07/12/2017
los efectos biológicos beneficiosos sobre el organismo humano, con la aplicación médica del Ozono en las articulaciones dañadas por la Osteoartrosis, ha sido un tratamiento alternativo muy eficaz por:
Incrementar la capacidad de la sangre para absorber y transportar mayor cantidad de Oxígeno, permitiendo una mejor oxigenación de la articulación afectada.
Normalizar su acción inmuno-reguladora.
Estimular el sistema retículo-endotelial.
Inducir de la regeneración tisular.
Facilitar el proceso oxidativo, desencadenando la actividad bactericida, virisida y fungicida.
Regular los niveles del Óxido nítrico presente en el líquido sinovial, implicado en la modulación de la apoptosis o muerte celular.
Provocar un efecto anti-inflamatorio, pudiendo inhibir las citocinas pro-inflamatorias, que a su vez producen incremento del óxido nítrico.
Influir en el metabolismo del ácido araquidónico.
Originar un efecto analgésico, disminuyendo el dolor de la articulación ya que interfiere en la liberación de los péptidos nociceptivos, mediadores de la sensación dolorosa.
Supresión de la rigidez que ocasiona la artrosis, en el círculo dolor- contractura.
Favorecer que el cansancio corporal desaparezca.
Incentivar la circulación del sistema linfático, ayudando a eliminar sustancias o detritus articulares, además neutralizando los productos tóxicos.
Su carácter hidrofílico, promueve la reducción del edema local, es decir arrastra, se lleva consigo el exceso de agua acumulada en la zona afectada.
Beneficiar la micro circulación, mejorando la revascularización local del área afectada.
Producir cambios reo-lógicos en los glóbulos rojos, estimulando la circulación sanguínea sobre las terminaciones nerviosas e interrumpiendo los mecanismos de isquemia e intoxicación ácida.
Mejorar la función y amplitud articular en más de 50%.
Contribuir a la mejoría clínica en general, al disminuir el estado inflamatorio osteo-articular.
Permitir la reducción o eliminación del consumo de medicamentos de tipo analgésicos y de los anti-inflamatorios no esteroideos (AINE).
Disminuir los síntomas que origina la artrosis y ponerle freno a la progresión evolutiva de la enfermedad.
Mejorar la calidad de vida, permitiendo a los pacientes realizar sus actividades diarias y sociales.
Proporcionar la reincorporación laboral o permitir la capacidad para realizar actividades domésticas.