20/09/2025
YO FUI LA MUJER DEL PROCESO
Dicen que a la mujer que está en medio de un proceso no se le entiende… Y claro que no, porque ni ella misma se entiende.
La mujer del proceso llora, ríe y se enoja con una intensidad que hasta a ella le asusta. Tiene días que se levanta con fuerza para comerse al mundo, y otros en que no quiere ni contestar el teléfono.
El proceso duele, porque es renunciar a la versión vieja de sí misma. Esa que soportaba silencios, que aguantaba humillaciones, que callaba por miedo, que postergaba sus sueños. Esa que alguna vez creyó que tenía que conformarse con lo que le tocó.
Pero también el proceso sana, porque poco a poco la mujer se da cuenta de que ya no necesita encajar en un molde que nunca le quedó. Comienza a mirarse con otros ojos, a hablarse con más cariño, a darse permiso de soltar y de empezar otra vez.
La mujer del proceso es incómoda para muchos, porque ya no se dobla tan fácil, porque empieza a poner límites, porque deja de justificar lo injustificable, porque busco terapias, cursos, talleres y todo lo que le ayudará a salir. Y ahí, justo ahí, es donde muchos se dan cuenta de que la que antes era sumisa, ahora se volvió peligrosa: peligrosa porque descubrió su valor.
yo fui la mujer del proceso
Y HOY estoy aquí en plenitud, cumpliendo sueños y amándome ❤️🍀👋❤️
MI NUEVA YO
El Taller Holístico