20/11/2025
“Atiéndete, cuídate a ti misma…”
A veces la vida se vuelve tan pesada que se nos olvida lo esencial: nosotros mismos.
Nos dejamos para después, para cuando haya tiempo, para cuando el corazón duela menos, para cuando la rutina deje un espacio…
pero ese “después” nunca llega, y el alma lo resiente.
Por eso es necesario recordarlo:
átendete.
Detén el mundo un momento y escucha lo que tu cuerpo y tu corazón llevan tiempo intentando decirte.
Sal a caminar, aunque solo sea para sentir que todavía puedes avanzar.
Come eso que te gusta, que te reconforta, que te hace sentir por un instante que la vida también sabe ser dulce.
Llama a tu mejor amiga, esa que siempre sabe cómo sostenerte incluso cuando no dices nada.
Y si tienes que llorar… llora.
No eres débil, ni frágil, ni exagerada.
Llorar es la forma en que el alma se libera de tanto silencio acumulado.
A veces las lágrimas son la única respuesta que queda cuando las palabras ya no alcanzan.
Lee un libro, piérdete un rato en otras historias, en otros mundos donde quizá encuentres una parte de ti que habías olvidado.
Tómate unas vacaciones, aunque sea un día lejos de todo lo que te cansa.
Rompe la rutina, respira hondo, vuelve a mirar el cielo como cuando eras niña.
Haz lo que tengas que hacer para encontrarte, para reconstruirte, para volver a sentirte tuya.
Porque nadie va a llegar a salvarte si tú no das el primer paso.
Nadie va a sostenerte si tú no decides ser tu propio soporte.
Nadie va a abrazarte de verdad si tú no aprendes a abrazarte primero.
Al final del día, cuando el ruido del mundo se apaga y la casa queda en silencio, eres tú con tus pensamientos, con tus heridas, con tus sueños, con tus miedos…
y también con tu fuerza.
Eres lo único que siempre tendrás.
Lo único que realmente permanece.
Por eso atiéndete, cuídate, trátate con amor, con paciencia, con gentileza.
Porque aunque a veces lo olvides…
tú mereces tu propio abrazo, tu propio cuidado, tu propia prioridad.
No por egoísmo.
Sino porque sin ti, nada más funciona.
©️ Me gustó mucho
📚📖✍🏻