02/11/2025
🦵 Los seres humanos poseen algo muy parecido a un segundo corazón en las pantorrillas. No se trata de un órgano independiente, sino de un sistema muscular y venoso que cumple una función esencial en la circulación.
Los músculos del tríceps sural —especialmente el sóleo y el gastrocnemio— actúan como una bomba natural: cada vez que caminamos, subimos escaleras o movemos los tobillos, se contraen y empujan la sangre desde las piernas de regreso al corazón, venciendo la fuerza de la gravedad.
Este mecanismo es conocido como la "bomba venosa de la pantorrilla" y es fundamental para evitar que la sangre se estanque en las extremidades inferiores. Gracias a esa acción rítmica, la circulación se mantiene activa incluso cuando estamos de pie o sentados durante largos periodos. Por eso, muchos médicos y fisiólogos la describen metafóricamente como un "segundo corazón", ya que ayuda al principal en su tarea de mantener la sangre en movimiento constante por todo el cuerpo.
Mantener en buen estado los músculos de las pantorrillas no solo mejora la circulación, sino que también puede reducir el riesgo de coágulos y favorecer el retorno venoso, especialmente en personas sedentarias o con problemas circulatorios. Caminar con frecuencia, estirar las piernas y hacer ejercicios de elevación de talones son formas simples y eficaces de activar este "segundo corazón" natural que todos llevamos en las piernas.
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