23/10/2025
El cuerpo de tu hijo aprende a autorregularse a través del tuyo. Su respiración, su ritmo cardíaco, tono de voz y hasta su capacidad de calmarse, se moldean con tu presencia.
En la primera infancia el sistema nervioso del niño no puede autorregularse solo, necesita co-regulación.
Según la teoría polivagal, la seguridad se transmite a través del cuerpo, no de las palabras: tu tono de voz, tus palabras, tu respiración y expresión facial, son señales que el sistema nervioso de tu hijo lee para decidir si el mundo es seguro o amenazante.
Estar realmente disponible en el aquí y ahora, sin querer cambiar nada, solo sostener lo que hay. Esto es lo que uno niño necesita para sentirse seguro: una madre presente, no perfecta.
Cuando tu estas en calma, tu hijo puede habitar su cuerpo con más confianza, cuando tu respiras profundo, su sistema nervioso aprende que también puede hacerlo, de esto se trata la co-regulación, de prestar tu sistema nervioso hasta que el suyo madura.
Pero cuando tu estas en alerta, sobreexigida o disociada, tu hijo no solo nota tu estado, lo siente como propio, se desconecta de sí para mantenerse conectado contigo. (Así aprende a sobrevivir).
No necesitas hacerlo perfecto, solo más consciente, cuando tu regulas le enseñas a su cuerpo como volver a la calma. Porque tu eres su lugar seguro, y si reflejas inseguridad él también lo hará.