18/11/2025
Los cónyuges, para lograr una unión sana, primero deben prometerse:
En el terreno intelectual, tienen que dejarse ser lo que son. Ninguno de los dos imitará al otro, ni se obligarán a ver el mundo con las referencias de su pareja. Tendrán derecho a desarrollar sus sentidos en la dirección que les convenga.
En el terreno emocional, reconocerán que no todos el mundo ama de la misma manera. Se amarán sin tratar de ser espejo, sin aspirar a una quimérica fusión, sin desear serlo todo el uno para el otro. Reconocer que el amor no es la búsqueda de la igualdad sino de la diferencia complementaria. Caminaremos juntos bendiciendo cada uno de nuestros pasos, pero si nuestros caminos se separan, lo aceptaremos deseando lo mejor para el otro en su nueva vida
En el terreno sexual, comprenderemos que el encuentro de nuestros cuerpos es un placer que debe ser explorado y desarrollado. Tendremos hijos del placer, no del deber. Nos permitiremos expresar nuestros deseos, solicitando esta o aquella caricia, aceptando satisfacer las fantasías sexuales del otro pero teniendo el derecho a negarnos. El “no” es un compromiso que nos permite buscar la satisfacción con quien nos la pueda dar. Aceptaremos sin celos que otra persona dé a nuestra pareja lo que nosotros no podemos darle
En el terreno material, compartiremos un espacio pero nos permitiremos también tener un territorio personal, con la promesa de no invadir nunca el del otro, respetando nuestra necesidad de soledad. Igualmente tendremos algún dinero común, pero conservaremos celosamente una independencia económica
Una relación sana no se construye sobre deseos de posesión. La mujer no pertenece al hombre, ni el hombre pertenece a la mujer. Ambos se unen en el amor y colaboran juntos en una obra, material o espiritual.
Alejandro Jodorowsky
Mis Reflexiones a partir de la Reprogramación Mental–Emocional Integral del Ser
Honrando la visión filosófica y simbólica de Jodorowsky, comparto estas ideas en un lenguaje práctico, humano y aplicable en la vida cotidiana:
1. La libertad emocional se construye con acuerdos amorosos
La independencia interna es esencial, y los vínculos florecen cuando conversamos abiertamente cómo queremos acompañarnos. La libertad crece con acuerdos que se establecen con amor propio y que brindan seguridad, respeto y presencia.
2. El amor es conexión consciente
Cada persona ama a su manera, y esa diferencia enriquece. Expresar lo que sentimos sin miedo y escuchar sin corregir abre la comprensión mutua y crea vínculos auténticos.
3. El “no” como acto de amor propio
Decir “no” sostiene la integridad emocional. Un límite claro fortalece la relación y evita que el amor se base en culpa, suposiciones o sacrificios innecesarios.
4. La sexualidad como espacio de cuidado y exploración
El cuerpo es un territorio simbólico y energético. La libertad sexual florece cuando hay confianza, acuerdos claros y deseo de compenetrarse emocionalmente. La exploración se vuelve valiosa cuando ambas personas se honran y se tratan con respeto y honestidad.
5. Si los caminos se separan, también hay crecimiento
Aceptar que los vínculos cambian es un acto de resiliencia interior. Vivir el duelo con aceptación permite una despedida que agradece lo vivido.
6. La autonomía material como fuerza para el vínculo
Tener espacios, tiempos y recursos propios es saludable. Co-crear estabilidad y apoyarse mutuamente fortalece el proyecto de vida en común.
Reprogramar nuestras creencias sobre el amor implica soltar la idea de que alguien debe llenarnos, rescatarnos o sostener lo que aún podemos integrar sobre nuestros propios desafíos emocionales. En su lugar sí aprendimos a:
Amarnos sin abandonarnos
Compartir sin invadir
Cuidar sin controlar
Elegir sin miedo o conveniencia
Crecer juntos sin perdernos a nosotros mismos
Cuando reconocemos nuestra completitud, la pareja deja de ser un refugio y se convierte en un motor dual de crecimiento, donde cada uno aporta su esencia única, su conciencia y su forma única de experimentar la vida.
Y si un día los caminos se separan, esta completitud interna nos permite valorar lo vivido sin rompernos, agradecer lo compartido y avanzar con serenidad y desapego en nuestro propio camino.
El amor consciente es presencia.
Es responsabilidad.
Es libertad con acuerdos.
En el que no se pide ser salvado; solo se invita a ser tomado en cuenta.
Al reprogramar las creencias sobre el amor, abrimos el corazón a vínculos en los que se puede avanzar sin perderse, acompañarse sin exigirse y amarse sin condiciones.
Cecilia Aguirre Otero
Master Coach PNL
☀️ Reprogramación mental y emocional integral del ser
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