25/10/2024
Días para recordar de una manera especial a nuestros seres queridos
Por el padre Jorge Luis Zarazúa Campa, FMAP
Los últimos días de octubre y los primeros días de noviembre los aprovechamos en nuestra Iglesia para recordar de una manera especial a nuestros seres queridos que han fallecido, pero también, de un modo especial, a todas las benditas almas del Purgatorio.
28, 29 y 30 de octubre
Los tres primeros días (28, 29 y 30 de octubre) son para orar por los fieles difuntos en general, especialmente por los más olvidados, los que no tienen seres queridos que hagan oración por ellos.
El 28 de octubre se puede orar especialmente por las ánimas solas, es decir, por las almas por quiénes casi nadie ora. En nuestras familias tal vez hay seres queridos que están privados de nuestra oración y nuestros sufragios.
El 29 de octubre se reza de un modo especial por los difuntos desamparados y olvidados por sus seres queridos. Estos días son muy especiales porque hay muchos que no son católicos o dejaron de serlo y no hacen oración para pedir por el eterno descanso de sus fieles difuntos. Están desamparados en esta etapa de purificación.
Hay tantas almas olvidadas que requieren nuestra oración para concluir la etapa de purificación que deben satisfacer en el Purgatorio. Hay muchas personas que murieron repentinamente, sin poder recibir los auxilios espirituales de la Santa Madre Iglesia.
31 de octubre, 1°, 2 y 3 de noviembre
A partir del 31 de octubre empezamos a orar más directamente por nuestros seres queridos, iniciando por nuestros ancestros, por nuestros antepasados.
El 1° de noviembre, aunque conmemoramos a Todos los Santos, también recordamos a las almas de los más pequeños, especialmente los que no recibieron el sacramento del Bautismo. Esto es también muy importante y necesario porque muchas familias están distanciando o posponiendo el Bautismo. Hoy en día hay muchos jóvenes y adultos sin bautizar. Hay muchos menores que mueren sin haber recibido este sacramento tan especial. Al mismo tiempo, hay muchos niños que mueren antes de nacer por el ab**to espontáneo y cada vez es más frecuente el ab**to provocado.
El 2 de noviembre es el día señalado por la Iglesia para la Conmemoración de los Fieles Difuntos. Es un día en que la Iglesia ora de un modo especial para ayudar a la Iglesia Purgante, a todos nuestros hermanos que están viviendo esta etapa de purificación.
El 3 de noviembre es el momento para retirar la Ofrenda, sin olvidar que debemos orar cada día por el eterno descanso de nuestros fieles difuntos y recordar a las benditas Almas del Purgatorio.
Recordemos en este contexto las palabras de Nuestra Señora en Fátima, dirigidas a los tres pastorcitos y también a nosotros:
«Cuando receis el Rosario, diréis después de cada misterio: Oh Jesús mío, perdónanos nuestras culpas, líbranos del fuego del in****no, lleva todas las almas al Cielo, principalmente a las más necesitadas».
Conmemoración de los Fieles Difuntos:
Una celebración católica:
Es importante recordar que la Conmemoración de los Fieles Difuntos es una tradición católica, aunque tiene algunos elementos de la cultura de nuestros antepasados, semillas del Verbo, que se han unido a nuestro propósito de orar por el eterno descanso de los Fieles Difuntos.
¿Qué se quiere decir cuando se dice que vienen las almas de nuestros seres queridos?
Cuando se dice popularmente que vienen las almas de nuestros seres queridos lo que se quiere es recordar la Comunión de los Santos y recordar que las almas de nuestros seres queridos no mueren con el fallecimiento. Muere el cuerpo pero el alma sigue viviendo y continúa una forma de relación muy especial con nuestros seres queridos, a partir de su fallecimiento. Sus almas están ahora en la presencia de Dios. Recordemos lo que dice Nuestro Señor Jesucristo: que para Él todos viven (Cfr. Lc 20, 38).
En nuestros cementerios son sepultados los cuerpos de los fieles difuntos para esperar el día glorioso de la Resurrección.
Es importante notar que también usamos este lenguaje especial y una expresión similar a propósito de los Reyes Magos, el 6 de enero, en la Solemnidad de la Epifanía. Es una forma particular de hablar. Implica la cercanía afectiva y espiritual de las almas de nuestros seres queridos. Teniendo en cuenta lo que dice la carta a los Hebreos capítulo 12, podemos decir que como una nube nos circundan, que están en torno nuestro (Cfr. Hb 12, 1).
Velas y alimentos en la Ofrenda
Cuando ponemos velas y las encendemos lo hacemos para representar nuestras oraciones por ellos. Significa que estamos en vela (Cfr. Mt 26, 41; 1Cor 16, 13), pidiendo por su eterno descanso. El uso de velas y lámparas tiene un fundamento bíblico (Cfr. Ex 40, 25). Igualmente las flores expresan nuestro cariño y nuestro afecto. En este tiempo ponemos flores con un colorido especial.
Los alimentos que ponemos en la Ofrenda son para recordar a nuestros seres queridos, teniendo presente sus alimentos y bebidas preferidas. Ellos no necesitan el alimento física sino el alimento de nuestras oraciones, especialmente el agua bendita y la Eucaristía, la comunión sacramental y la comunión espiritual.
Vaso de agua bendita
El vaso de agua tiene un sentido especial: debe ser un vaso de agua bendita. Y cada persona puede rociar un poco de agua bendita sobre la Ofrenda o los retratos y fotografías de los seres queridos, pidiendo por su eterno descanso.
En efecto, la Iglesia usa Agua Bendita para alivio de las benditas ánimas del Purgatorio. Sólo allí comprenderemos cuánto la aprecian y desean aquellas almas. Si queremos ahora granjearnos multitud de intercesores, no las olvidemos al tomar de la pila agua bendita, de un vaso o recipiente en un funeral, y en el cementerio o en la Ofrenda, apliquémosles ese refrigerio que requieren. Puede ser que una sola gota de Agua bendita les abra las puertas del Cielo a las que ya están para volar a las eternas moradas.
Aprovecho para recordar que es muy importante poner un recipiente de agua bendita en el féretro de un difunto para que los que participan en el Velorio rocíen un poco de agua bendita sobre el ataúd, ofreciéndola en refrigerio de esa alma que está en la presencia de Dios para el Juicio particular y, que posiblemente, está viviendo la etapa de purificación, que denominamos Purgatorio.
Conclusión
Desde hace tiempo, en el ámbito eclesial, se da un rechazo visceral y con un enfásis muy fuerte y estridente a diversas manifestaciones de nuestra forma de vivir la fe, como el Altar o la Ofrenda de Mu***os, el uso de ciertas elementos como las calaveras de dulce o el pan de mu***os y otros elementos que se colocan en la Ofrenda.
Es importante recordar el significado de muchos elementos, que tienen un origen cristiano, pero cuyo significado se ha olvidado o tergiversado.
Es muy importante que en este aspecto y en muchos otros, tengamos presente la caridad, sin utilizar estos temas para agredirnos unos a otros o para descalificarnos unos a otros.
Copiado de las redes