30/05/2025
FeLV: Comprender los subtipos para entender su comportamiento clínico
El virus de la leucemia felina (FeLV) no es una sola entidad uniforme. Desde el punto de vista virológico, se reconocen al menos tres subtipos: FeLV-A, FeLV-B y FeLV-C, cada uno con características particulares que impactan la evolución clínica, la gravedad del cuadro y el pronóstico del paciente.
FeLV-A es el único subtipo naturalmente transmisible entre gatos. Se replica inicialmente en los tejidos linfáticos orofaríngeos y luego puede diseminarse a través de la viremia primaria. Todos los gatos infectados comienzan con este subtipo. A nivel fisiopatológico, induce inmunosupresión moderada por disfunción linfocitaria y alteración en la respuesta inmune celular, favoreciendo infecciones secundarias.
FeLV-B surge por recombinación genética entre FeLV-A y proto-oncogenes endógenos felinos. Esta integración modifica la capacidad del virus para estimular la proliferación celular descontrolada, asociándose frecuentemente con el desarrollo de linfomas, leucemias y displasias hematopoyéticas. No se transmite entre gatos; solo aparece cuando el FeLV-A muta dentro del hospedador.
FeLV-C es el subtipo más agresivo, resultado de mutaciones puntuales del FeLV-A. Tiene tropismo particular por las células precursoras eritroides en la médula ósea, inhibiendo su maduración y provocando anemia no regenerativa grave y rápida. Su aparición suele marcar un cambio drástico en la evolución clínica del paciente, y también es no transmisible.
La detección rutinaria de FeLV mediante pruebas SNAP identifica antígenos comunes, pero no discrimina entre subtipos. Sin embargo, entender la virología y los mecanismos patogénicos de cada subtipo permite anticipar complicaciones clínicas, ajustar el seguimiento hematológico y orientar mejor el pronóstico.
No todos los FeLV son iguales. Comprender sus variantes es clave para un abordaje clínico más certero.