17/10/2025
Todos hemos pasado por momentos de adversidad en alguna etapa de la vida y de pronto, descubrimos quiénes son los amigos de verdad, quiénes nuestra auténtica familia.
El ser humano necesita sentirse apoyado y atendido en esos momentos.
Sin embargo, a veces, sentimos que pocos son los que saben brindar apoyo auténtico y empático sin recurrir a los juicios.
Expresiones como “yo te lo dije”, “es que nunca haces caso, “es que eres un confiado y por eso te pasa lo que te pasa”, no ayudan ni son terapéuticos.
Por lo que es importante que, a la hora de buscar un apoyo auténtico, sepamos bien a quien acercarnos.
En momentos complicados la soledad no es buena. Sin embargo, aún es peor tener junto a nosotros personas que aumentan nuestro malestar.
Quien te juzga por tus errores, comportamientos o tristezas no ayuda. Quienes se atreven a criticar tu estado emocional con frases como “es que te lo tomas todo muy en serio” causan más daño y pueden aumentar nuestras emociones negativas.
Cuando, por las razones que sean, nos encontramos en momentos difíciles, debemos ser conscientes de que somos más vulnerables que nunca.
Algo que necesita, en primer lugar, una persona que atraviesa una decepción, un fracaso u otro problema es que alguien la escuche.
La escucha empática es algo que no todo el mundo sabe practicar. El apoyo más auténtico es aquel que es capaz de escuchar sin emitir juicios, sin cuestionar a quien tenemos delante para que sea posible una buena comunicación.
También es esencial que, mientras se escucha a la persona que necesita poner en voz alta aquello que tiene en su mente y que le preocupa, cuidemos el lenguaje:
Algo que desde el campo psicológico se tiene muy claro en todo momento es que el profesional nunca le dirá al paciente qué debe hacer o qué opción es la más acertada para su problema en concreto.
El psicólogo aportará estrategias adecuadas, herramientas para que cada persona tome la mejor decisión.
Por eso es tan importante que a la hora de recibir apoyo de alguien, lo último que deseamos es que nos digan cosas como “lo que te ha pasado es porque no sabes afrontar las cosas, yo en cambio lo habría hecho de este modo”.
Cuando atravesamos un mal momento tampoco nos sirve que otros nos señalen cómo hubieran hecho las cosas en nuestro lugar. Con ello, se nos está juzgando una vez más.
Lo único que necesitamos es apoyo y comprensión.
Lo que necesitamos es esa cercanía que sabe ser realista y comprensiva “sé que lo estás pasando mal y que te va a costar un poco superar todo esto, pero día a día te dolerá un poco menos y yo voy a estar aquí, contigo, a tu lado”.
Como podemos ver, el apoyo más empático se caracteriza por atender esos detalles que de verdad dan alivio, que son terapéuticos y beneficiosos.
El Profesional de la Salud Mental.