22/09/2025
Hoy, 22 de septiembre, no es solo el último día del verano para los países del hemisferio norte, también es el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica (LMC). La fecha no es casualidad; de hecho, parece un chiste. Se eligió el 22/9 porque en esta enfermedad ocurre una translocación entre los cromosomas 9 y 22, llamada t(9;22) origina el oncogén BCR-ABL1, conocido como cromosoma Filadelfia, que hace que ciertas células de la sangre se reproduzcan sin control. Este hallazgo permitió comprender la base molecular de la enfermedad y desarrollar terapias dirigidas (como los inhibidores de tirosina-quinasa) que han transformado su tratamiento.
La LMC es un tipo de cáncer de la sangre y de la médula ósea. Lo curioso es que muchas veces empieza sin dar señales: uno puede sentirse bien y descubrirla solo en un análisis de rutina. Cuando avanza, puede provocar cansancio, sudoración nocturna o pérdida de peso, pero hoy en día el pronóstico es muy distinto al de hace unas décadas. Gracias a los inhibidores de tirosina-quinasa (medicamentos diseñados casi a la medida del problema genético), muchísimas personas viven durante años con la enfermedad controlada, llevando una vida muy parecida a la de cualquiera.