Solo me inquieta un poco pensar que tal vez mañana ya sea demasiado viejo para hacer lo que he dejado pendiente.
Madre de tres hijos, Historiadora de-formación, Yoguini por salvación.
Fui educada en una familia tradicional del norte de México, en donde las buenas costumbres y modales son la regla. Gracias a mi educación hago de todo: cocino, bordo, tejo, coso, leo, bebo, degusto...Me educaron a la antigua y lo agradezco. Pero con el paquete venían los clichés machistas tradicionales a pesar de que mis padres eran libre pensadores en su época.
En los veintes fui diagnosticada con Lupus Eritomatoso Generalizado, una enfermedad del sistema inmune que me tuvo al borde de la razón por muchos años. Fui tratada de todas las formas posibles, desde el Instituto Nacional de Nutrición hasta Catemaco, recuerdo que incluso me visitó un abuelo huichol en una gran crisis. Nada daba resultado porque lo que estaba enfermo era mi alma.
Conocí el yoga a los 30 años, con la llegada de mi primer hijo. El amor que experimentaba no era de esta tierra, especialmente después de darle atrás al diagnóstico de no poder tener hijos por la enfermedad. Mis niveles de consciencia más básicos se transformaron totalmente y con ellos vino la curiosidad.
Desde mi primera clase de yoga que fue en el estilo Kundalini, me di cuenta que había encontrado mi camino.
Dentro del matrimonio viví la más grande felicidad al conocer y vivir a mis hijos y el más grande abandono y tristeza con mi ex pareja. Poco a poco me desdoblada y fue mi práctica de yoga quien me guió para reencontrarme a mí misma.
Comencé mi primer teacher training en Oaxaca bajo la tutela de Alosja Van Leewen y Brigitte Longeville en Critical Alignment.
Algo asustada de la rigidez del sistema, que más tarde comprendí que era un reflejo de mi propia rigidez, comencé a practica Ashtanga Vinyasa muy disciplinadamente; de ahí salté a las 100 horas de Rocket Yoga con The Yoga People, organización fundada por mis maestros Jamie Clarke y Dulce Aguilar. Este entrenamiento de maestros rompió con todas las creencias que tenía acerca de mí misma. Regresé completamente renacida.
The Yoga People fue mi puerta de entrada al Vinyasa. Con ellos estudié Mandala Vinyasa, Rocket, Tripsi, Pranification, Chakra Flow y Yin Yoga. También tuve la oportunidad de aprende Yogic flow arts de master Duncan Wong.
Alejandro Quiyono y Laboratorio Vinyasa representó una parte muy importante de mi formación y desarrollo espiritual.
Rafael Cervantes, mi lama, mi guía, mi amado maestro ha sido un importante sostén en mi crecimiento espiritual y en mi preparación como cristaloterapeuta.
Me certifiqué como ADN Thetahealer y con mi llegada a Chiapas me inicié como guía espiritual maya.
A la par de los estudios de yoga ejercía como activista de lactancia, porteo y crianza natural. Me certifiqué como doula de DONA con Guadalupe Trueba y Elena Carrillo y como doula Paramama con Maca Mardones y me certifiqué como maestra de Vinyasa Prenatal con Jennifer More, la creadora del estilo.
Fue un período intensivo de prueba, entre más me preparaba, afrontaba procesos más profundos...y sí! para eso practicamos yoga; parecen malos ratos, pero en realidad son vórtices en los que liberamos el karma que nos atora y lo que sigue siempre va acompañado de una mayor comprensión.
Mamá Yogui fue un regalo del universo. Tuve la oportunidad de compartir mi experiencia en Yoga prenatal pero sobre todo como madre practicante por todo el país. Cada grupo fue maravilloso y bombas radioactivas de amor incondicional que se multiplicaron, creando guías prenatales capaces de contener, apoyar y guiar a las mujeres en situación de vida hacia una maternidad consciente, libre y amorosa.
Actualmente promuevo Advanced Vinyasa Yoga Teacher Training, un entrenamiento de 100 horas en 4 módulos para maestros de yoga que deseen profundizar en sistemas de vinyasa que muevan su practica de lugar.
Soy una viajera incansable compartiendo el yoga en mis certificaciones y workshops.
Espero que mi historia no te confunda, es tan radial como todas las historias.
Se podría resumir en que aunque he trabajado duro por entender estoy consciente que soy solo Kim. Un alma curiosa que busca respuestas.
El universo me ha regalado recompensas y me ha cobrado lo que debo.
Y aquí estoy.
Viva.
Aquí.
Ahora.
Agradecida.
Renaciendo en cada amanecer.
#kimyoga #yogaconkim