22/05/2023
Ojalá quelo lean
La importancia de adelgazar el ego para alimentar el alma
En el territorio del ego solo crece la soberbia, la mirada que entiende el mundo partiendo de su propio ombligo y que siembra de infelicidad cualquier entorno en el que habita. Todos conocemos a alguien moldeado con este patrón, son mentes que restan en armonía, que ahogan la calma y que deberían empezar a poner a dieta su egos para que a sus egos también les quedase algo de comida.
Un ego grande u obeso es un “yo” desmesurado y poco realista que no se ha enriquecido de manera paralela al interior de la persona. Sus vacíos, sus limitaciones personales y su falta de autoestima lo abocan a buscar un reconocimiento exterior donde sentirse reforzado.
* El ego grande tiene como propósito “recolectar” energías ajenas para ejercer el control. Para ello, no duda en humillar o en despreciar.
* Al ego grande le encanta ser el centro de atención e identificarse con todo aquello que logre diferenciarle del resto: un título, un reconocimiento, un logro, una marca, una bandera…
* El ego grande es capaz de vestirse con la armadura de la bondad o de la espiritualidad para exaltarse como persona y así, captar adeptos.
* A su vez, existen diferentes manifestaciones de “egos grandes”, está el sabelotodo, el sofisticado, el que busca prestigio, el publica todo, el insaciable y que siempre busca emociones y experiencias nuevas para luego enorgullecerse de ella