01/11/2025
Calaverita a Tomás García
En Tuxtepec sonó el tambor,
la muerte llegó con gran fervor.
Buscaba a un hombre de pluma fina,
Tomás García, mente genuina.
“¿Dónde está ese escritor tan bravo,
que hasta la historia hace de cabo a rabo?
Dicen que escribe con tanto arte,
que hasta los mu***os quieren su parte.”
Tomás la miró con gran elegancia,
“¿Vienes, flaquita, por mi constancia?
Espera tantito, déjame acabar,
que mi libro aún falta por editar.”
La flaca rió con tono teatral,
“¡Ay, Tomás! Siempre tan original.
Te vi actuando en tu juventud,
con la psico Maricela, ¡qué gran virtud!”
Ambos de adolescentes, sobre el escenario,
hacían dramas y algún comentario.
Entre luces, risas y actuación,
nació una amistad de corazón.
Ahora la muerte quiso ensayar,
una obra nueva para estrenar.
Tomás dirigía con gran devoción,
mientras la flaca olvidó su misión.
“¿Llevarte? ¡Qué va! mejor te aplaudo,
porque tus historias valen un laudo.
Sigue escribiendo, sigue enseñando,
que yo, calaca, te sigo admirando.”
Y entre papeles, risas y flores,
Tomás sigue contando amores.
La muerte se fue, sin más demora,
gritando: “¡En Tuxtepec, talento aflora!” 💀📖