09/10/2025
En un mundo donde muchas veces se señalan los errores más rápido que los aciertos, los padres tenemos una misión fundamental: ser los primeros en descubrir, valorar y potenciar las cualidades de nuestros hijos.
No se trata de ignorar las fallas, sino de mirar con ojos de amor y confianza, reconociendo que detrás de cada niño hay un potencial inmenso esperando ser afirmado. Cuando nos volvemos buscadores de cualidades, les enseñamos a nuestros hijos a verse con buenos ojos, a tener confianza en sí mismos y a construir una autoestima sólida.
Cada palabra que valida un esfuerzo, cada gesto que reconoce un talento, cada momento que dedicamos a resaltar lo positivo, es una semilla que florece en su corazón.
Porque cuando un niño se siente visto, valorado y comprendido, se atreve a ser más, a dar más y a crecer sin miedo.