29/11/2025
A veces no es la cadena la que te detiene…
es el recuerdo de cuando no tenías fuerzas.
Ese elefante podría mover la silla sin esfuerzo,
pero no lo hace porque un día, cuando era pequeño,
esa misma cadena sí lo detuvo.
Y desde entonces, creyó que siempre sería así.
¿Te das cuenta?
Muchos viven igual:
con la fuerza para avanzar,
pero atrapados por recuerdos, heridas, voces del pasado
y miedos que ya no tienen poder…
solo memoria.
Hay personas que no están presas en su realidad,
están presas en su mente.
No es el obstáculo lo que los limita,
es la historia que se siguen contando.
Por eso, esta imagen te grita algo:
“No eres el de antes. Ya creciste. Ya no eres débil. Ya no estás roto.”
La vida te ha golpeado, sí…
pero también te ha fortalecido.
Lo que antes te detenía, hoy ya no tiene el mismo poder.
Atrévete a jalar la cadena.
Atrévete a romper la silla.
Atrévete a avanzar.
Porque la mayoría de tus límites
no existen afuera…
existen adentro.
Y cuando los rompes,
descubres que eras libre desde hace mucho. 🐘
Tomado de la Red