14/12/2021
Si nos preguntamos qué nos viene a la mente cuando pensamos en la palabra Navidad, posiblemente nos aparecerán palabras como alegría, felicidad, luz, familia, descanso o ilusión. Pero también pueden aparecer términos como estrés, ansiedad, o incluso tristeza. Esta segunda opción puede ser más recurrente durante estos días, en las fiestas actuales. La incertidumbre, el miedo, las restricciones, y sobre todo, la adaptación continua que supone todo este proceso, puede resultarnos especialmente difícil, no solo para nosotros mismos, sino también a la hora de gestionar el malestar familiar y de la gente cercana.
Cuáles son sus causas? Aquí te adjunto las principales 👇🏻
⚠️ Duelo por un ser querido: estas fechas suelen ser los momentos en que notamos más las ausencias de personas que han fallecido, y especialmente si lo han hecho recientemente.
⚠️ Ausencia de personas queridas: No se refiere únicamente a aquellas que han fallecido, sino también a las que no podemos tener cerca, por distanciamiento. Esto es particularmente importante, ya que actualmente nos vemos obligados a acentuar la distancia entre nosotros y aquellos que queremos.
⚠️ Añoranza por experiencias vividas: Ahora más que nunca es posible que comparemos la Navidad actual con las anteriores, y echemos de menos “cómo era antes” (con ciertas personas, cierto número de gente, etc.)
⚠️ Presión social: Aquí entrarían los mensajes y campañas publicitarias que nos transmiten la “necesidad o deber ser felices”, y el elevado consumismo que intrincan estas fechas. Desvincularse de estas influencias puede resultar complejo.
Si te sientes identificado o te gustaría conocer cómo afrontar esta o cualquier otra dificultad, te invito a tener tu propio espacio para hablar y trabajar lo que sientes.
Psic. Karen Quezada