29/11/2025
En las colinas de Colletto Fava, en el Piamonte Italia 🇮🇹, alguna vez se extendía un enorme conejo rosa de más de 60 metros: Hase, creado en 2005 por el colectivo artístico austriaco Gelitin.
Tejido con tela impermeable y relleno de paja, fue diseñado para ser escalado, recorrido y abrazado por los visitantes, como un juguete caído del cielo. Su propósito no era solo divertir, sino también mostrar cómo el arte y la naturaleza se entrelazan: los artistas planearon que el conejo se degradara lentamente con el paso de los años, hasta desaparecer.
Para 2016, el clima ya había comenzado a deshacer su forma, y hoy, apenas quedan restos visibles. Donde antes se alzaba el gigantesco Hase, la vegetación ha retomado su lugar.
Esta obra, más que una atracción curiosa, se convirtió en un recordatorio silencioso de que el tiempo nunca se detiene, ni siquiera ante las creaciones más monumentales.