23/07/2020
Práctica de ejercicio en paciente con DM2
En la actividad física en un sujeto con DM2, los factores que debemos considerar para conocer el efecto sobre la glucemia son: tipo de ejercicio, intensidad, duración, frecuencia, estado de forma y horario. Respecto al tratamiento, tendremos que considerar el tipo de tratamiento hipoglucemiante, el tipo de insulina y el lugar de inyección.
° Tipo de ejercicio
Sesiones de entrenamiento de resistencia cardiovascular o aeróbico (correr, nadar y bicicleta) y de fuerza muscular (sesión de pesas/ crossfit) que conllevan un mayor consumo de glucosa, y es de esperar que produzcan disminución de glucemia durante el ejercicio y en las 12-24 horas posteriores.
° Intensidad
Es importante que el deportista con DM2 controle la intensidad del ejercicio físico mediante la medición de la FC, con medición del pulso periférico en muñeca o cuello o, lo que actualmente está en uso, mediante pulsímetros que miden la FC de forma continuada.
En los ejercicios de fuerza se recomienda pautar ejercicios entre el 50 y el 80 % del peso máximo con el que es capaz de realizar una única repetición de un ejercicio determinado (prueba de una repetición máxima).
° Duración
La duración va a determinar el consumo total de glucosa del ejercicio físico: a mayor duración, mayor consumo y agotamiento de las reservas de glucógeno hepático y muscular, con aumento de la posibilidad de aparición de hipoglucemia tras ejercicio tardía.
° Frecuencia
La frecuencia del ejercicio físico intensifica y prolonga su efecto hipoglucemiante. Por una parte, el ejercicio muscular aumenta la sensibilidad a la insulina y la tolerancia a la glucosa incluso hasta 12-24 horas tras la actividad física. También los depósitos de glucógeno hepático no se reponen totalmente en un día, por lo que en caso de ejercicio físico regular y continuado estas reservas pueden disminuir progresivamente y aumenta la posibilidad de hipoglucemia durante y tras el ejercicio
° Estado de forma
La adaptación al ejercicio físico implica una mayor utilización de los depósitos de grasa y menos de glucosa para la misma actividad, por lo que un buen estado de forma con entrenamientos regulares conlleva una adaptación del organismo a una actividad física determinada que condicione la utilización de menos suplementos de HC o reducción en la dosis de insulina previa al ejercicio. El cambio de tipo de actividad física a un ejercicio físico no habitual puede suponer la utilización de otros grupos musculares y, por tanto, que el consumo de glucosa sea mayor con una intensidad y duración similar y aparezca hipoglucemia durante, al final o tras el ejercicio
° Horario
Es aconsejable que el ejercicio físico se realice habitualmente sobre el mismo horario, evitando que coincida con los picos de acción máxima de insulina, o bien valorando la respuesta glucémica al ejercicio en función de la medicación hipoglucemiante. En el caso de que un ejercicio programado coincida con el pico de acción máxima, se debe disminuir la dosis de insulina de acción rápida previa al ejercicio y suplementar con HC. En los ejercicios no programados, ya que no es posible modificar la insulina administrada previamente, solo podemos recomendar suplementos de HC, durante y al finalizar el ejercicio. Cuando la actividad se considere que puede durar más de 2-3 horas, es aconsejable tomar suplementos de HC antes, durante y al finalizar el ejercicio
° Zona de inyección de la insulina
Se recomienda inyectar en las zonas habituales, ya que no hay estudios que demuestren disminuir la frecuencia de hipoglucemias en relación con la inyección de insulina en un lugar u otro con la práctica de ejercicio físico
° Ajustes del tratamiento
Las modificaciones del tratamiento del paciente se deben individualizar en función de los principales factores del ejercicio físico (intensidad, duración y frecuencia), que pueden afectar a la glucemia, las condiciones de la actividad, etc.