27/11/2025
Como mujer, celebro profundamente cuando otra mujer defiende su dignidad.
Ver a Fátima Bosch mantenerse firme ante un comentario humillante nos recuerda que la valentía no siempre es gritar… a veces es simplemente no quedarse callada. Ese acto transmite fuerza, respeto propio y autenticidad.
Y como doctora, sé que poner límites también es un acto de salud mental.
La humillación, la burla y la descalificación tienen efectos reales en la autoestima, y lo veo todos los días en mis pacientes. Cuando una mujer se planta con asertividad, envía un mensaje poderoso a niñas y adolescentes:
✨ Tu voz importa.
✨ Tu dignidad no es negociable.
✨ El respeto es un derecho, no un premio.
Hoy, Fátima no solo ganó un certamen.
Ganó algo mucho más valioso gano el derecho de cada mujer a ser tratada con respeto.
Y eso, como mujer y como doctora, me inspira.
— Dra. Edna Dermith
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