02/12/2025
Un estudio de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, mostró que la falta de sueño puede durar hasta seis años después del nacimiento de un hijo. Según los investigadores, las madres son las que más lo sienten, durmiendo aproximadamente una hora menos por noche durante los primeros meses tras el parto.
Los padres también experimentan cambios, perdiendo cerca de 15 minutos de sueño cada noche, y esta diferencia se mantiene incluso con el paso del tiempo.
La investigación analizó a más de 4.600 progenitores y encontró que, incluso seis años después, los patrones de sueño no habían vuelto del todo a lo que eran antes del embarazo. En otras palabras, el descanso tarda bastante en normalizarse.
Aun así, los científicos destacan un lado positivo: el amor y la adaptación ayudan a compensar gran parte del cansancio. Mientras tanto, conviene reforzar la paciencia, el café y el buen humor, porque las noches pueden ser largas, pero finalmente pasan.
Muchos padres comentan que, pese a la falta de sueño, los momentos con sus hijos hacen que todo valga la pena. La investigación también sirve como recordatorio de que cuidar el sueño y buscar apoyo familiar puede marcar una gran diferencia en la salud y bienestar de los progenitores.
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