19/11/2025
Has sido oprimida psicológicamente toda tu vida.
No solo te enseñaron a callar,
te enseñaron a creer que tu voz era un error.
A desconfiar de ti.
A temer tus propios pensamientos.
A sentir culpa por respirar con libertad.
Y lo hicieron tan bien,
que ahora que tu opresor ya no está,
su sombra sigue viviendo en ti.
No necesita hablarte: tú misma repites sus palabras.
Ya no está,
pero te dejó viviendo dentro una guerra que no era tuya.
Eso no es debilidad.
Eso es trauma.
Eso es lo que pasa cuando te rompen desde tan niña
que ya no recuerdas cómo era vivir sin miedo.
Pero escúchame bien:
NO NACISTE ROTA.
Te rompieron.
Y sanar,
aunque duela,
es volver a ti.
Es regresar a tu cuerpo,
a tu voz,
a tu verdad.
Es aprender a abrazarte con todo lo que eres
y elegirte, por fin, sin culpa.