28/10/2025
A veces el paciente no sufre por lo que sucede, sino por lo que cree que sucede en la cabeza del otro. Como diría Massimo Recalcati, “el pensamiento obsesivo fabrica su propio in****no con materiales de la imaginación”.
Y mientras tanto —diría Silvia Bleichmar—, el yo se enreda tratando de domar una angustia que inventó él mismo.
La flor tiene razón: el problema no es el mundo, sino el guión mental con el que lo interpretamos.
El inconsciente no distingue entre realidad y sospecha… y así andamos, haciendo psicoanálisis con fantasmas que no existen, pero que nos juran que sí.