29/09/2025
Mi Sesión en el Sofá
Hoy te hablo desde un lugar muy personal, que conozco muy bien, el sofá, no es el de mi consultorio, sino el sofá del paciente. Antes de acompañar a mis pacientes en su proceso, también soy una persona que necesita ayuda, y es que se asume, que por el hecho de ser psicóloga, mi vida es perfecta o que tengo un manual para evitar el dolor.
Recuerdo perfectamente el momento en que me senté por primera vez en ese sofá, lo primero que pensé fue, ¿Qué pensará mi terapeuta de mi caos? ¿Y si me juzga? Esa primera sesión fue una decisión fácil, sin embargo muchas veces quise tirar la toalla y dejar mi proceso, porque hubo momentos incómodos y dolorosos, y entendí que la valentía no es la ausencia de miedo, sino la decisión de sentarte con él y hablarle.
Atender mi proceso personal me ha permitido conocerme, me convirtió en la profesional que soy, cuando estoy contigo, recuerdo la desesperación que sentía al querer soluciones rápidas. Como terapeuta, sé que no existe una varita mágica. Mi experiencia me enseña a ser paciente a tu ritmo, a honrar tu proceso ya que todo cambio toma tiempo.
Recuerdo la dificultad para nombrar mi dolor, por eso, ahora honro tu silencio, se que a veces las palabras no alcanzan, y que gran parte de mi trabajo es sostener ese silencio contigo, dándote espacio para que las palabras lleguen cuando estén listas.
Elegir ir a terapia fue el acto más puro de amor, porque me llevó a trabajar mi vida personal y profesional. Si estás pensando en iniciar tu proceso, ¿qué es lo más valiente que has hecho para ti?