27/10/2022
Como lo dijo Alicia Bayer en su blog A Magical Childhood, lo más importante es lo que deben saber los padres:
1️⃣ Que cada niño aprende a caminar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en absoluto en que tan bien camine, hable, lea o haga cálculos matemáticos después.
2️⃣ Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro es que mamá o papá dediquen un rato cada día o cada noche (o ambos) a sentarse a leerles buenos libros. Ni las guarderías caras, ni los centros de estimulación temprana, ni los juguetes y tecnologías más sofisticadas influyen en el rendimiento académico. El mejor estimulante y maestro es usted.
3️⃣ Que ser el niño más listo, más pilas o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Una de las mejores cosas que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada.
4️⃣ Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y la libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de nuestros hijos y ellos ni siquiera los extrañarían. Sin embargo, algunos juguetes si son importantes como los legos u otros juguetes que permitan el fluye de la imaginación y a la construcción de estructuras creativas como los materiales artísticos, los instrumentos musicales, títeres, disfraces y libros. Los niños necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas. Necesitan jugar con arena, con agua, con lodo, amasar pan, usar pintura, plastilina y acuarelas. No importa si lo salpican todo, el aprendizaje de los niños implica algo de caos y suciedad.
5️⃣ Que nuestros hijos necesitan los videojuegos, los smartphones o tabletas, las actividades extraescolares, las clases de ballet y los entrenamientos de fútbol mucho menos de lo que nos necesitan a nosotros. Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, unas madres que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías con ellos.
Fragmento del libro "Crianza con apego: de la teoría a la práctica" de Sandra Ramírez.