Blas Gilberto Estrella Armenta

Blas  Gilberto  Estrella Armenta director del grupo de danza AOLANIS de tijuana b.c

23/02/2024
08/05/2020

LA DEMOCRACIA LIBERAL ES UNA FORMA HISTÓRICA DEL ESTADO

Por: Aquiles Córdova Morán

Según la ciencia del materialismo histórico, el Estado no ha existido siempre. Nació cuando la producción social fue capaz de generar un excedente económico del que se apropió la capa social que, de tiempo atrás, venía desempeñando funciones organizativas y directivas del trabajo colectivo de la horda y de la tribu. Con ello se disolvió la comunidad originaria y su lugar lo ocupó la sociedad dividida en clases con intereses antagónicos. El Estado surge, precisamente, como la herramienta que la clase dominante requiere para asegurar su dominio y garantizar el funcionamiento fluido de la maquinaria social a su servicio. El Estado ha sufrido cambios de forma para adaptarse a los cambios que, a su vez, ha experimentado la organización de la producción social. El Estado democrático-liberal es la forma de Estado que corresponde al modo de producción capitalista. Pero bajo sus cambios de forma, y gracias a ellos, el Estado ha conservado su carácter de forma organizada del poder y de la fuerza de la clase dominante, incluso en la sociedad capitalista, en la sociedad organizada como una máquina productora de mercancías.

Entendido así el Estado, el presidente López Obrador tiene razón cuando afirma que el Estado mexicano ha sido hasta hoy una junta de notables al servicio del gran capital; que los apoyos, concesiones, exenciones y privilegios que le ha otorgado, han sido un factor de su enriquecimiento insultante y de los límites intolerables que han alcanzado la desigualdad y la pobreza entre las clases populares; cuando culpa a Gobiernos pasados por el “capitalismo de cuates” que ha florecido entre nosotros. Pero se equivoca rotundamente al pensar que este maridaje es exclusivo y peculiar de México; que solo aquí existe el “capitalismo de cuates”, y que su Gobierno puede acabar con esta relación perversa de una vez y para siempre. Y más aún cuando afirma que es un problema de voluntad política; que basta con que él lo decida y lo haga público para que el contubernio y el trasiego de recursos y favores entre Gobierno y capital desaparezcan como por milagro.

“Eso se acabó”, declara enfático el Presidente; ahora hay una completa separación entre poder político y económico y el capital debe someterse a las decisiones del Gobierno si quiere sobrevivir y prosperar “honradamente. La equivocación reside en el carácter unilateral del planteamiento, en que se mira solo una cara del fenómeno pero se olvida “darle la vuelta”. El Presidente solo ve lo que el Gobierno le ha dado al capital, pero no lo que el capital aporta a la vida de la sociedad en su conjunto y, por tanto, también a la vida y actividad del Gobierno. Ignora o calla que ninguna sociedad presente, pasada o futura, puede vivir sin los bienes y servicios que sustentan la vida de sus miembros; y que en una economía capitalista, todos los medios necesarios para producir dichos bienes y servicios están en manos del capital; que toda la riqueza, sin exceptuar los ingresos fiscales del Estado, proceden, en última instancia, de sus inversiones productivas; que en esto residen su fuerza y su poder y que esto no es exclusivo de México ni puede borrarse con una simple declaración. La verdad es que ambos poderes se necesitan, dependen el uno del otro y entre los dos garantizan la existencia de la sociedad. Quien intente separarlos artificialmente, se aventura por un camino asaz peligroso y con un elevadísimo costo para la sociedad en caso de fracasar. Hay más de un ejemplo reciente al respecto. Sin embargo, no es una rareza histórica que un gobierno con fuerte respaldo popular se enfrente al capital.

Los estudiosos del tema afirman que, en este caso, lo que ocurre no es un “divorcio” sino una dualidad de poderes, es decir, una sociedad con dos cabezas. Y, como sucede con todo ser vivo, esa sociedad bicéfala no puede durar mucho tiempo. La dualidad de poderes es temporal por naturaleza y tiene que resolverse necesariamente en favor de uno u otro de los contendientes. Es una situación preñada de oportunidades para los trabajadores y las clases oprimidas, pero también del grave riesgo de un brutal retroceso hacia formas dictatoriales de corte fascista. El pueblo y sus líderes no pueden permitirse jugar a la provocación ni a la insurrección sin estar preparados y decididos a llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias. El Estado democrático-liberal, repito, es histórico. En lenguaje técnico se entiende por histórico lo que no ha existido siempre y que, por tanto, tampoco durará eternamente. “Todo lo que nace merece perecer”, dijo Hegel. La democracia liberal tendrá que ceder su lugar a una forma superior para una sociedad mejor organizada. Pero esto no ocurrirá solo porque alguien lo desee; su caducidad debe probarse en los hechos, y también en las entrañas de la nueva realidad debe haber aparecido la nueva forma que se requiere. No se debe destruir lo viejo sin saber con qué se lo va a sustituir.

Creí necesario recordar y precisar todo esto porque, aunque el discurso del presidente López Obrador no es suficientemente claro ni coherente, se puede afirmar que, basado en la supuesta separación de poderes que, según él, es ya un hecho, está tomando medidas muy agresivas en contra de los intereses del capital, en contra de los inversionistas, para combatir la corrupción privada; y está lesionando gravemente los derechos salariales y la seguridad en el empleo de miles de funcionarios de su administración para combatir la corrupción pública. Está introduciendo reformas a las leyes existentes y creando nuevas, que impidan, según piensa él, el retorno de las viejas prácticas de gobierno aún en el caso de que tenga que dejar el poder de la nación. Quiere asegurarse, dice, que todo el dinero que se logre ahorrar con el combate a la corrupción y con un gobierno austero, se canalice íntegro a un sector de las clases pobres previamente seleccionado por él, a través de programas de transferencia de dinero en efectivo directamente a la gente, sin intermediarios ladrones que se quedaban antes con parte del recurso. Así pretende acabar con la desigualdad y pobreza.

Ha creado leyes que conculcan los derechos civiles y políticos de los ciudadanos; ha incrementado el número de delitos que merecen prisión preventiva; ha elevado desproporcionadamente las p***s para los delitos de corrupción, defraudación fiscal y facturación falsa; ha violentado el derecho de propiedad arrogándose la facultad de confiscar los bienes de un acusado antes de que sea declarado culpable, y otras acciones por el estilo. Armado con estas leyes arbitrarias, ha desatado una cacería de brujas en contra de quienes considera enemigos de la 4ªT, acusándolos de corrupción, naturalmente. Ha desencadenado una ola de venganzas contra quienes no le fueron adictos durante su campaña a la Presidencia, sin importar la atmósfera de terror y malestar que está sembrando por todo el país. Muchos medios importantes han dado pelos y señales sobre los verdaderos motivos que se esconden detrás de cada una de estas acciones (recordemos, solo como ejemplo, la cancelación de una planta cervecera en Mexicali B.C.)

Hace pocos días, la prensa informó que el director de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República en contra de varios líderes antorchistas, acusándolos de corrupción y lavado de dinero. No voy a entrar ahora a demostrar la absoluta inconsistencia de tales cargos; me interesa exhibir las causas verdaderas de la denuncia. Ejemplo 1. La reportera de Milenio, Janet López Ponce, concluye así la nota en que informa de la acusación: “Antorcha Campesina es la organización que más protestas ha encabezado contra el gobierno federal por la entrega directa de apoyos de programas sociales”. La intención de la reportera es respaldar la acusación de la UIF, pero, obviamente sin quererlo, también descubre que es una maniobra contra un opositor sistemático a las políticas sociales de la 4ªT. Ejemplo 2. En la columna de Pepe Grillo aparecida en cronica.com.mx del 27 de abril, el autor, en tono casi festivo, da la misma noticia y al final afirma: “No es que los Antorchistas hayan hecho algo diferente a lo que antes hacían, sino que pensaron que sería sencillo pasar al siguiente nivel y convertirse en partido político, lo que sin duda aceleró las investigaciones en su contra”. También Pepe Grillo confiesa involuntariamente que la denuncia es un castigo por nuestra osadía de querer convertirnos en partido político.

Y ahora va contra la división de poderes, piedra angular de la democracia liberal. El Presidente busca obtener la facultad legal de modificar el presupuesto de gastos de la Federación aunque haya sido ya discutido y aprobado por el poder legislativo. Se pretende que un poder soberano abdique voluntariamente sus funciones sustantivas en beneficio del Ejecutivo. Es un torpedo en contra del modelo de República democrática y federal fundado por don Benito Juárez y la generación de la reforma. Pareciera que el Presidente quiere construir un Estado semejante a la “Comuna de París”, que logró convertirse en un aparato de poder mucho más justiciero y eficiente que la democracia burguesa de Francia, concentrando en sus manos los tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

Ya dije que la democracia liberal-burguesa ni es perfecta ni es eterna. Ahora añado que, en realidad, jamás ha funcionado de acuerdo con su modelo teórico; siempre ha sido y sigue siendo una fictio juris que sirve para legitimar el poder de la burguesía que domina al mundo. No nos asusta que alguien la quiera derribar para poner en su lugar al Estado y al gobierno del pueblo trabajador. Pero hay un pequeño detalle: No vemos por ningún lado a ese pueblo en acción; tampoco vemos por ninguna parte al proletariado y su partido guiando al pueblo entero en busca de un cambio radical de la sociedad y del Estado. Lo que vemos es a un solo hombre con pretensiones de iluminado que pretende ocupar, él solo, el lugar del pueblo organizado y en acción. Los antorchistas no defendemos a rajatabla la imperfecta democracia mexicana, pero sí nos oponemos radicalmente a que sea suprimida para colocar en su lugar a un político cuya capacidad de estadista y cuyo equilibrio emocional no acaban de convencer a la gran mayoría de los mexicanos. Eso es todo.

27/03/2020

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25/03/2020

PANDEMIA Y GLOBALIZACIÓN

Por: Aquiles Córdova Morán

Se nos dijo y se nos sigue diciendo que la globalización de la economía mundial es la solución a los problemas más agudos que enfrenta la humanidad, particularmente la que vive en los países menos desarrollados y que producen menos riqueza per cápita. La supresión virtual de las fronteras nacionales y de las políticas que obstaculizan el libre flujo de capitales y mercancías, como los aranceles y las legislaciones restrictivas, se traducirán poco a poco en una distribución homogénea de las industrias, el capital financiero y la tecnología de punta por todo el planeta, lo que provocará la elevación de la producción y la productividad de las naciones rezagadas.

La consecuencia natural de este cambio será el reparto equitativo de la prosperidad mundial, la elevación sustancial de los niveles de vida de toda la población, la desaparición de flagelos ancestrales como el hambre, las enfermedades, la carencia de viviendas adecuadas y de los servicios correspondientes, la falta de educación, de empleos estables con un salario remunerador, la ausencia de seguridad social universal. La gente podrá disfrutar, incluso, de vacaciones pagadas, de cultura y deporte y de un medio ambiente saludable. En resumen, que la globalización acabará con la desigualdad y la pobreza y creará un mundo sin guerras y con todas las condiciones necesarias para una vida creativa, productiva y satisfactoria para todos.

Pero han pasado cerca de 50 años de globalización y ya es hora de comenzar a hablar de resultados, de frutos tangibles, contantes y sonantes, y no de las bellas promesas con que nos vendieron y nos siguen vendiendo la panacea de la globalización. Es evidente, en primer lugar, que prácticamente ningún país de los que vivían en pobreza antes de la globalización ha logrado salir de esa situación, de su rezago de siglos gracias a ella. Sigue predominando en ellos el hambre, la pobreza, la ignorancia, las enfermedades curables, la falta de empleo y de buenos salarios, de una vivienda digna con todos los servicios, por mencionar solo los aspectos más visibles. Tampoco podemos encontrar ejemplos de países, antaño rezagados en materia de producción y de productividad, que hayan logrado modernizar a nivel competitivo su aparato productivo gracias a las inyecciones de capital extranjero y a la trasferencia de tecnología de última generación acarreados por la globalización.

Sí observamos grandes inversiones, es decir, la creación de grandes y modernas empresas en esos países, pero todas ubicadas en las ramas y actividades económicas cuya producción es una necesidad evidente para el país de origen de los capitales, y además, la inmensa mayoría de ellas son propiedad de compañías o de inversionistas privados también originarios de allí. Esas empresas y negocios sí que utilizan tecnología de punta, pero la manejan como un secreto estricto, sin jamás compartirla con el resto del aparato productivo del país huésped. Aún más: la producción de las industrias extranjeras que operan en países del tercer mundo se basa, casi al 100%, en la importación de los elementos constitutivos del producto final, mismos que se fabrican por empresas instaladas en el país de origen, o por empresas “off shore” de esa misma nacionalidad repartidas por todo el mundo. Las fábricas dedicadas a la producción de los elementos antedichos y las que fabrican por excepción mercancías completas, consumen agua, energías contaminantes, recursos naturales no renovables y mano de obra barata de los países receptores. Con ello agotan sus recursos naturales, contaminan el medio ambiente y los cuerpos de agua con los desechos que arrojan, y debilitan a sus clases trabajadoras con un trabajo intensivo y con salarios que no alcanzan a cubrir la atención médica que requieren. Cero transferencia de tecnología útil.

La globalización, además, acarrea otro riesgo: la llegada del capital especulativo en grandes cantidades, los llamados “capitales golondrinos”, que andan a la caza de las mejores tasas de interés para su dinero. Estos capitales no se involucran directamente en la producción de bienes y servicios, es decir, no producen nada directamente. No se arriesgan a enfrentarse a los vaivenes del mercado ni a lidiar con las demandas de sus trabajadores. Su negocio es prestar dinero y recibir a cambio ese mismo dinero pero incrementado con las tasas de interés que cobran a los prestatarios. Permanecen en un país mientras les satisfagan las tasas de interés que allí reciben; si de pronto surge algún lugar del mundo que pague mejor, o perciben algún riesgo en el país de residencia, huyen en cuestión de horas provocando una severa crisis en el tipo de cambio y en la actividad económica del país que abandonan, sin contraer por ello ninguna responsabilidad y sin que haya manera de impedir su fuga intempestiva y descontrolada.
Es un hecho probado que esta globalización produce inmensas riquezas, sí, pero no para los países pobres y rezagados que los acogen en su seno, sino para los grandes capitales productivos y financieros que se asientan en ellos por así convenir a sus ambiciones, legítimas e ilegítimas. El resultado final de tal globalización, hoy lo podemos ver con toda claridad, no es el homogéneo reparto de la riqueza, el bienestar y el progreso por toda la superficie de la tierra, sino una acelerada y cada vez más irracional concentración de la riqueza mundial en unas cuantas manos, que habitan en unos cuantos países ricos, mientras condena a la pobreza, al abandono y a la desesperanza a la gran mayoría de la humanidad.

Estos hechos dicen que tienen razón quienes aseguran que la globalización no es otra cosa, en esencia, que la versión moderna, “civilizada”, de la fase imperialista del capitalismo, que hizo su aparición en los primeros años del siglo pasado. Esto quiere decir que lo que antes se lograba por el empleo abierto de la fuerza, en sus diversas formas y manifestaciones, de los países fuertes y ricos sobre los pobres y débiles, recurso que se ha hecho inviable por motivos que no cabe aquí detallar, ahora se logra mediante pactos y acuerdos comerciales “voluntarios” entre países y bloque de países bajo el manto de la teoría “científica” de la globalización. También implica que la concentración absurda de la riqueza no es consecuencia de la globalización sino del imperialismo; la globalización solo ha acentuado y acelerado el fenómeno.

Hoy hay quienes pretenden culpar a la globalización, es decir, a la dispersión de inversiones productivas y de empresas por todo el mundo en busca de abaratar costos y elevar las tasas de ganancia, así como a la forma de comercio mundial que esto ha generado, por la rápida e incontenible propagación del coronavirus. No estoy de acuerdo. La interdependencia total de naciones y de los seres humanos obedece a causas y necesidades más permanentes y profundas que la simple persecución de la máxima ganancia y el desmedido afán de lucro. En consecuencia, esa mundialización de la vida se habría producido con o sin globalización. Pero lo que sí me parece obvio e irrecusable es la absoluta nulidad de la globalización frente a la propagación de la pandemia y frente a sus desastrosas consecuencias, muchas de las cuales todavía están por venir. ¿No era acaso legítimamente esperable que las instituciones que gobiernan la globalización tomaran en sus manos la responsabilidad de prevenir, contener y ayudar a curar la pandemia? ¿No resulta evidente que una acción mundialmente decidida, coordinada y financiada, sería infinitamente superior y más efectiva que dejarlo todo en manos de cada gobierno y cada país en particular?

No hay duda. El Covid-19 ha desnudado a la globalización, mejor dicho, a sus teóricos, propagandistas y beneficiarios como lo que realmente son: una cáfila de explotadores inhumanos, de voraces e irracionales acumuladores de riqueza, sin pizca de humanismo, de solidaridad y de capacidad cerebral para valorar y aprovechar la superioridad de la acción colectiva, de la movilización social para vencer a un enemigo que pone en riesgo la vida y la seguridad de todos los países y de todos los seres humanos. Unos verdaderos monstruos insensibles, capaces de llevar a la humanidad a su total desaparición con tal de salvar su riqueza y su derecho “inalienable” a hacer de ella lo que se les pegue la gana.

Y sin embargo, tampoco hay duda (así lo evidencia la pandemia y la respuesta diferenciada de los líderes mundiales), que la única y verdadera salida para la humanidad, frente a todos sus problemas y todos los riesgos, presentes y futuros y de la dimensión que sean, es la desaparición de los estados nacionales y de los nacionalismos estrechos a él conexos, y sustituirlos por un solo Estado y un solo Gobierno mundiales, que se encarguen de planear y ejecutar la explotación óptima y racional de todos los recursos, climas y suelos del planeta, de producir con ellos toda la riqueza que sea posible y repartirla equitativamente entre todos los seres humanos, guardando tanta parte de ella como sea necesario para resolver los retos y problemas que, por su propia naturaleza, rebasan al individuo.

Pero un Estado y un Gobierno mundiales así, no pueden darse mientras haya en el mundo un hegemón, un país o un puñado de ellos que dominen a todos los demás. Porque, ahora se ve con toda claridad, un gobierno mundial sometido al poder de ese hegemón solo traerá más concentración de la riqueza, más desigualdad, más pobreza y más problemas para las mayorías, mientras dejaría engordar, hasta reventar, a los privilegiados. Un gobierno mundial solo será posible y deseable en una Sociedad Socialista Mundial, en una sociedad en donde trabajemos todos para el bien de todos, incluidos la empresa y el capital privado, que sobrevivirán, como en China, en la medida en que se adapten y sirvan al interés común. La solidaridad y el humanismo que hoy solo China, Rusia y Cuba despliegan, tendiendo la mano fraterna a los países más castigados por el Covid-19, es la prueba irrecusable de que éste y solo éste puede ser el futuro de la humanidad. Si es que todavía tiene alguno.

Hola querido público un abrazo
26/09/2019

Hola querido público un abrazo

24/07/2019
30/12/2017

? QUIEN ES GROUP DE DANZA FOLKLORICA MEXICANA AOLANIS?
es una agrupación fundada el 13 de junio del 2001,.con muchas ganas de crecer siempre de aprender cada ano cosas nuevas, un grupo incluyente con alumnos desde los 4 años, niños, jóvenes, adultos y chicos con alguna capacidad diferente que trabaja la parte emocional y física de cada uno de sus alumnos buscando en ellos sus habilidades y trabajando en sus limitaciones, estilos de aprendizaje . creando en ellos conciencia de nuestras tradiciones y el respeto a todas las agrupaciones, que les gusta las artes escénicas así como el folklor mexicano,, a lo largo de estos casi 17 anos a descubierto en cada uno de sus alumnos el porque y para que seguir , porque hacer lo que hacemos , muchas gracias a todos aquellos que creen en nuestro proyecto , gracias a aquellos que nos invitaron a expresar con bailes y danzas los sones característicos de nuestro folklore.
Seguiremos trabajando en pro de la cultura de nuestro estado baja california así como la difusión de nuestro trabajo donde nos inviten, nuestro director es el profr, Blas Gilberto Estrella Armenta. Y deseamos éxito a todos los grupos que trabajen esta bella disciplina, feliz 2018,a seguir trabajando por una cultura creativa, sana y recuerda joven compartir un poco de lo que sabes, tu comunidad te lo agradecerá y las futuras generaciones seguirán tus huellas
Que este 2018 se llene de bendiciones así como de éxito a todos nuestros amigos familiares y comunidad dancística deseamos dicha y prosperidad para todos
Agradeciendo a todos aquellos que apoyaron en el crecimiento de nuestro grupo en este ano 2017 muchas gracias, bailarines y padres d e familia,
Estamos felices de los resultados de este año y esperamos que e l próximo se tengan muchas mas oportunidades de crecimiento.
Seguimos en contacto feliz 2018, deseando paz y unión familiar y que tengamos un gran año con muchos eventos
Y recuerda regresamos a nuestras labores el próximo sabado 6 de enero a las 9 de la mañana a 2 de la tarde en parque de la amistad,
Asiste, aprende y diviértete, y crea nuevos lazos de amistad, veras que AOLANIS es una muy buena opción para practicar la danza folclórica mexicana,
INSCRIPCIONES ABIERTAS, Y GRATIS

02/12/2017

Mexico Magia y Encuentro, danza y bailes regionales grupo de danza AOLANIS en su muestra, próximo jueves 14 de diciembre, teatro del IMSS. 7:00 hrs p.m te esperamos no faltes

Luz    ixtchel      quesads
29/10/2017

Luz ixtchel quesads

01/09/2017

MAÑANA SÁBADO 2 DE SEPTIEMBRE DAMOS INICIO AL NUEVO CICLO. EN DANZA Y BAILE REGIONAL. EN UN HORARIO DE 9 A 2. PARA LOS NIVELES . INFANTIL. DE 4 A 12 ANOS. DE 12 A 15 JUVENIL Y BASE DE 16 EN ADELANTE. LOS ESPERAMOS NO TIENE NINGUN COSTO ACCESIBLE A TODO PUBLICO LOS ESPERAMOS

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