01/11/2025
Los crímenes de odio no solo arrebatan vidas; dejan cicatrices profundas en nuestra sociedad y en la memoria de quienes quedan. La falta de justicia en muchos de estos casos amplifica el eco del sufrimiento, recordándonos la urgencia de construir un mundo donde la diversidad sea celebrada y no castigada.
Hoy, en un abrazo de colores que representan el orgullo y la lucha, conmemoramos a las personas trans y a toda la comunidad LGBTIQ+ que han partido demasiado pronto. Sus sonrisas, sus luchas y sus legados no serán olvidados. Que este altar sea un santuario de amor, un recordatorio de que sus vidas importaron y seguirán importando.
Que su memoria nos impulse a exigir '¡No más crímenes de odio!' y a trabajar incansablemente por un futuro donde cada persona pueda vivir, amar y ser libre, sin miedo.