26/08/2022
¿Sabías que más del 60 por ciento del cuerpo humano es agua?
Además de para abatir la sed, este líquido es necesario para el funcionamiento de los órganos vitales y para conservar una piel hidratada, proporcionando turgencia y permitiendo los intercambios metabólicos.
1. Mejora la elasticidad de la piel
En primer lugar, es esencial para mantener una piel hidratada y suave. En la capa más interna de la piel, la dermis, se encuentra un reservorio de agua que le proporciona turgencia y permite los intercambios metabólicos.
2. Ayuda a calmar irritaciones y otras alteraciones cutáneas
El agua posee efectos calmantes y ayuda a refrescar la piel en los días más calurosos o después de la exposición solar.
3. Mejora el aspecto de la piel
Sobre la piel se depositan a diario polvo y sustancias atmosféricas que la perjudican, además las células muertas y restos de cosméticos obstruyen los poros y no permiten que la piel respire. Es por esto que para mantener una piel saludable y bonita es preciso retirar todos estos restos mediante el uso de ciertos cosméticos limpiadores y agua.
4. Tonifica
El aspecto terso de la piel depende del contenido de agua que esta posea. Sin embargo, esto no depende únicamente del agua que ingerimos sino también de la constitución de la epidermis para impedir la evaporación de la misma.
¿Agua fría o caliente?
Mientras el agua caliente tiene efecto sedante, y es menos recomendable ya que destruye y altera el manto lipídico natural de la piel, el agua fría posee efectos tonificantes, por lo que su uso ayuda a tonificar los músculos. Además, el agua fría produce vasocontricción, por lo que es muy adecuada en casos de problemas de varices y piernas cansadas.