31/10/2025
La Muerte, culmen de la Vida.
En nuestra cultura se festeja y honra a los mu***os a través de rituales que surgieron de la fusión de tradiciones prehispánicas, sobre todo de las culturas Azteca, Maya y Purepecha y de las festividades Católicas traída por los Españoles.
El festejo está pleno de rituales, entre ellos, el altar de mu***os, cada peldaño y elemento tienen un significado; otro ritual, es la representación de la muerte por la elegante Catrina, enigmática ronda entre nosotros, recordándonos que sin excepción partiremos con ella de la mano, cerrando de esa manera el ciclo de la vida. El ritual del novenario cuando alguien fallece, es u período de luto y oración para acompañarlo en su tránsito espiritual, a la vez, necesario para que el doliente comparta su dolor en ese despedirlo, posteriormente, cada año festejar el día de mu***os, cuyo principal objetivo es recordar y honrar a los que han partido, crear y fomentar espacios espirituales y de íntimo reencuentro con ellos para mantenerlos vivos en nuestra memoria y sentimiento.
El dolor del alumbramiento en el parto y el llanto del recién nacido, son el preludio del dolor intenso que se siente en el desprenderse de alguien querido que fallece, un llanto de muerte, del nunca jamás, dolor solo mitigado por la Fe de la trascendencia, en el sabernos sostenidos por ese Dios misericordioso que le dará eterno descanso a nuestro ser amado, lo cual fortalece nuestro espíritu para soportar ese dolor, el llanto que acompaña la despedida purifica, el perdón, pedido y otorgado, libera, no hay nada que la muerte no reconcilie.
Nacer es un regalo de Dios a través de nuestros padres, disfrutar ese regalo es la mayor encomienda de vida, al honrar a nuestros mu***os fortalecemos el vínculo eterno que nos une y trasciende, por lo cual, la muerte es el culmen de la vida, al honrar la muerte la vida trasciende...
Desde el temor a la muerte, desde el reírnos de ella, desde el respetarla, desde el dolor, desde la nostalgia, desde la dicha de haberlos tenido, pero sobre todo desde el inmenso y perenne amor, honremos y festejemos la vida de nuestros difuntos, y llevándolos en nuestro ser, en nuestro sentir, los dejamos descansar en paz!
Alicia Franco Lara.
Psicóloga Clínica