30/11/2025
La armonización facial es un conjunto de procedimientos estéticos, generalmente no quirúrgicos, que buscan mejorar y equilibrar los rasgos del rostro para lograr una apariencia más simétrica y armónica. Se basa en realzar la belleza natural y corregir asimetrías mediante tratamientos como rellenos de ácido hialurónico, neuromoduladores (toxina botulínica), y otras técnicas que se adaptan a las proporciones individuales de cada persona.
¿En qué consiste?
Objetivo:
Mejorar la simetría, corregir desproporciones, suavizar líneas de expresión y rejuvenecer el rostro, sin necesidad de transformarlo por completo.
Enfoque integral:
Se analizan las proporciones faciales y se planifica un tratamiento personalizado para abordar las áreas que más lo necesitan.
Procedimientos:
Incluye técnicas mínimamente invasivas para rellenar volúmenes, definir contornos, tratar la flacidez o suavizar arrugas.
Tratamientos comunes
Rellenos de ácido hialurónico:
Se utilizan para recuperar volumen perdido, definir contornos (como la mandíbula o los pómulos) y corregir asimetrías. Los resultados pueden durar entre 1.5 y 2 años.
Neuromoduladores (como la toxina botulínica):
Se emplean para relajar los músculos y suavizar arrugas dinámicas en áreas como la frente, el entrecejo o las "patas de gallo", conservando la expresión natural. Sus efectos suelen durar de 4 a 6 meses.
Otros:
También pueden incluir hilos tensores o tratamientos con ultrasonido para tensar y definir la piel.
Beneficios
Resultados naturales: El objetivo es potenciar los rasgos existentes, no crear unos nuevos.
Mejora de la simetría: Ayuda a corregir irregularidades y desequilibrios en el rostro.
Rejuvenecimiento: Devuelve volúmenes perdidos y mejora la calidad de la piel, dando un aspecto más fresco.
Recuperación rápida: En su mayoría son procedimientos ambulatorios con tiempos de recuperación cortos que permiten retomar las actividades diarias con rapidez.
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