22/11/2025
🌱 Más allá de las etiquetas…
A veces, sin darnos cuenta, etiquetamos a los niños porque es más fácil poner un nombre a lo que no entendemos que detenernos a mirar lo que realmente necesitan.
En casa o en la escuela escuchamos palabras como “flojo”, “caprichosa”, “desobediente”, “hiperactivo”, “distraído”, “problemático”…
Pero detrás de cada etiqueta hay algo que no estamos viendo: emociones, procesos, historias, ritmos, barreras, necesidades reales.
Un niño que parece “flojo” quizá está frustrado porque no entiende lo que le piden.
Un niño que parece “hiperactivo” tal vez está sobrecargado y no sabe cómo regular su cuerpo.
Una niña que parece “caprichosa” quizá está pidiendo atención, seguridad o límites claros.
Un alumno que “no pone atención” puede estar luchando internamente contra ansiedad, dificultades de aprendizaje o problemas en casa.
Etiquetar no ayuda.
Comprender, acompañar y preguntar sí.
Porque cuando cambiamos la mirada, cambia la respuesta.
Y cuando cambia nuestra respuesta, cambia el niño.
Los niños no necesitan que los definamos…
Necesitan que los descifremos.
Necesitan adultos que pregunten:
👉 “¿Qué hay detrás de este comportamiento?”
👉 “¿Qué le está costando? ¿Qué necesita de mí?”
👉 “¿Cómo puedo ser parte de su solución y no de su herida?”