27/10/2025
El duelo por pérdidas múltiples es como estar en medio de una tormenta sin tiempo para recuperar el aliento entre cada ola. Cuando la vida parece quitarte demasiado en tan poco tiempo, no solo se trata de lo que pierdes, sino de cómo se fragmenta tu capacidad de sostenerte.
No siempre hablamos de muertes. A veces son vínculos que terminan, trabajos que se van, proyectos que no se concretan, etapas que se cierran. Pérdidas pequeñas, grandes, simbólicas… pero todas dejan huella. Y cuando se acumulan, el corazón se sobrecarga.
Tu mente intenta adaptarse, tu cuerpo se cansa, tus emociones se mezclan. Un día estás triste, al otro estás en calma, y al siguiente parece que nada tiene sentido. Esa montaña rusa no significa que estés fallando: es parte del proceso.
🕯️ En estos momentos, el alma no necesita más exigencias, necesita comprensión.
No puedes transitar todos los duelos a la vez, y está bien. No tienes que estar fuerte, ni positivo, ni resolviendo. A veces sanar significa quedarte quieto, observar el silencio y reconocer que duele demasiado.
Cada pérdida merece su espacio, su nombre y su pausa. Date permiso de ir una por una, sin prisa. Tu dolor no tiene que ordenarse, solo necesita ser escuchado.
Recuerda: no se trata de superar, sino de aprender a convivir con lo que ya no está, sin olvidarte de ti en el camino.
Y si hoy sientes que la vida te pesa más de lo que puedes cargar, respira. No estás solo. Hay un tiempo y un lugar donde cada pedacito de ti volverá a sentirse un poco más completo.