28/11/2025
Un meltdown en un niño con autismo es una respuesta intensa e involuntaria del cerebro cuando está sobrecargado (demasiado ruido, luces, gente, cambios, demandas, frustración). No es un berrinche para llamar la atención ni para manipular.
En un meltdown el niño puede llorar, gritar, tirarse al piso, huir, golpearse o golpear objetos y después quedar muy cansado o confundido. A diferencia del berrinche típico, no se detiene con regaños, castigos o negociando, porque en ese momento el niño no puede razonar ni controlar lo que siente.
Lo que más ayuda es:
Priorizar seguridad (quitar peligros, mantener al niño cerca).
Bajar estímulos: menos ruido, menos luz, menos gente, espacio tranquilo.
Hablar poco y con voz calmada; acompañar sin invadir, solo ofrecer contacto si al niño le calma.
Después, cuando ya esté tranquilo, descansar y observar qué lo detonó para prevenir: ajustar el ambiente sensorial, anticipar cambios de rutina y trabajar con especialistas en estrategias de regulación.