22/11/2025
Hoy me permito abrir mi corazón para honrar su memoria.
La mamá de mi querido amigo, el Psiquiatra y Paidopsiquiatra Angel Landa partió de este mundo… y con su partida me llegó una tristeza profunda, pero también un agradecimiento inmenso por todo lo que ella significó para mí.
Cuando uno se va al exterior en busca de oportunidades, de estudios, de crecimiento, descubre lo duro que es vivir lejos de casa, lejos de la familia, lejos de la comida que nos conforta y del abrazo que nos sostiene.
En ese viaje, Dios, la Virgen de Guadalupe, y la vida, me regalaron a una mamá Mexicana Veracruzana, que no era mi mamá de sangre, pero sí de alma.
Ella me cobijó como a un hijo.
Me dio aliento cuando la soledad pesaba.
Me compró ropa, un maletín para mis días, me alimentó, me abrió su casa y su corazón.
Me trató como a un muchacho más de su familia.
Y esos detalles de amor se quedan tatuados en la memoria… como cuando me enseñó una de las bebidas más especiales que conocí en mi vida: el Torito de Veracruz. Cuando más extrañaba la sopa de maní boliviana, como si supiera que en ese abrazo de comida había un pedazo de hogar que yo necesitaba.
Ese sabor que hoy me recuerda su calidez, su alegría y ese toque mexicano que se volvió parte de mi historia. Esos gestos pequeños son los que más sostienen cuando uno está lejos.
Es mamá que dio vida a alguien que considero un hermano en mi camino de la Salud Mental Infantil.
Un amigo que hasta hoy me acompaña con cariño, con apoyo, con amistad sincera… y quien, incluso, hizo posible que trajéramos el equipo de neuromodulación para seguir construyendo esperanza aquí en Bolivia.
Nada de lo que hacemos se sostiene solo: siempre hay manos, historias y corazones detrás.
Por eso hoy siento que es justo honrarla al menos con estas palabras.
Porque cuando una persona así parte, el mundo no se detiene… y eso a veces es lo más doloroso.
Pero también es cierto que el amor que dejan sigue moviéndonos, sigue impulsándonos, sigue transformándose en acciones que llegan a muchas más vidas.
Les pido que nos acompañen con una oración, enviando luz y bendición a su camino.
Quienes la conocimos sabemos que fue un ángel en la tierra.
Y quienes no, solo quiero que sepan que gracias a personas como ella, uno pudo seguir el camino para servir…
Gracias, mamá Mexicana.
Gracias por haber sido familia lejos de casa.
Gracias por todo lo que sembraste en este mundo.
Tu recuerdo vivirá en cada paso que damos.
20 de Noviembre de 2025