19/10/2025
Cerrar un ciclo no se limita a dejar atrás una situación o relación.
Implica reconocer y comprender los patrones que nos llevan a repetir experiencias, muchas veces de manera inconsciente.
🔍 Desde la mirada transgeneracional los conflictos no resueltos, traumas, secretos o lealtades familiares invisibles pueden transmitirse de generación en generación.
Repetimos historias que no nos pertenecen directamente, pero que están "impresas" en nuestro inconsciente familiar.
Repetir un ciclo puede ser una forma de "reparar" o "honrar" inconscientemente a un ancestro, siguiendo su destino o asumiendo su dolor.
Cerrar ese ciclo implica traer a la conciencia estas dinámicas, nombrarlas, reconocer de quién vienen y elegir un camino propio.
El entendimiento se vuelve la clave: comprender el origen del patrón permite liberar la carga emocional y cortar con la repetición.
Repetimos ciclos porque estamos enredados sistémicamente, es decir, identificados con el destino de alguien que fue excluido, olvidado o juzgado en nuestro sistema.
Al constelar, muchas veces vemos que el patrón repetitivo tiene su raíz en un evento del pasado familiar que no ha sido integrado.
Cerrar ciclos es entender por qué los repites, porque esos ciclos muchas veces no comenzaron contigo, al reconocer el origen transgeneracional o sistémico de tus patrones, puedes dejar de vivir en automático y comenzar a actuar desde la libertad.
Cerrar un ciclo es, en realidad, sanar hacia atrás y hacia adelante, honrando lo que fué, liberándote del peso que no te pertenece y permitiéndote caminar con mayor conciencia hacia tu propio destino.