25/11/2024
Al día de hoy, siguen existiendo voces no escuchadas, corazones vulnerados, entornos aversivos, y opresión en lugar de empatía.
La “violencia” es una palabra que impacta, pero que es importante atrevernos el hablar de ello en lugar de taparnos los ojos, ya que esto promueve nuevas perspectivas y así tomar mejor decisiones en nuestras relaciones.
La experiencia de la violencia es una vivencia en el que todos y todas podemos experimentar, sin embargo, un tema que ha prevalecido y que ha golpeado a nuestra sociedad es la Violencia contra las mujeres.
En este tema, quiero pensar en la responsabilidad que tenemos como hombres, ya que desde nuestro género, no nos permitimos vulnerarnos en las relación, por lo que en consecuencia hacemos todo lo posible para mantenernos intactos emocionalmente y lugar por demostrar la “verdad” desde nuestro lugar.
Es sabernos vulnerados como forma “débil” de ser, es cerrarnos la posibilidad de generar una empatía necesaria y abrirnos al panorama real a través de una consciencia colectiva.
Por esa y muchas razones es importante darle importancia a esta conmemoración, ya que nos permite repensar la manera de ser como hombres, en el que también sintamos la libertad de aprender a relacionarnos desde una intimidad emocional, empatía, ternura, generar un vínculo más profundo y no desde la superficialidad.
Recordemos que las emociones no tienen género, por lo que relacionarnos emocionalmente puede generar relaciones más seguras y libres de violencia.
La erradicación de la violencia no es un tema actual, esta lucha ha existido desde hace 43 años y por esa razón, la invitación es poder construir una comunidad masculina más sana, sensible y segura.
Que nuestra relación entre hombres y mujeres sea más desde una cultura del cuidado y no desde una supremacía.
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