04/12/2025
CÓMO ENTRENAR TU MENTE PARA SALIR DEL ESTADO DE PREOCUPACIÓN CONSTANTE...
La Preocupación constante como Característica Ansiosa, es un hábito mental que tu cerebro ha ido practicando una y otra vez, hasta automatizarlo. La buena noticia es que el mismo cerebro que aprendió a preocuparse también puede aprender a relajarse, enfocarse y responder mejor. No se trata de “dejar de pensar”, sino de entrenar la mente para que NO se quede atrapada en el mismo pensamiento una y otra vez.
Te Propongo una Serie de Pasos, que puedes practicar todos los días y te ayudará en esos momentos de Tensión y Pensamientos Abrumadores.
T – TOMA CONCIENCIA.
Detente unos segundos y pregúntate: “¿Qué estoy pensando exactamente ahora?” Ponle nombre a la preocupación: “miedo a enfermar”, “miedo a quedarme sin dinero”, “miedo a decepcionar a alguien”. Solo con nombrarla, el cerebro ya empieza a organizar el caos interno.
R – RESPIRA Y REGULA.
Cuando la preocupación sube, el cuerpo se tensa. Haz 5 respiraciones profundas: inhalá por la nariz contando 4, sostené 2 segundos y exhalá lentamente contando 6. Esto envía una señal directa al sistema nervioso de que no hay peligro inmediato y baja el volumen de la ansiedad.
A – ATERRIZA LO QUE PIENSAS.
Escribe en una hoja o en el celular:
1. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
2. ¿Qué es lo más realista que podría pasar?
3. ¿Qué puedo hacer en los próximos 10 minutos para cuidarme mejor?
Este simple ejercicio, basado en estrategias cognitivas, ayuda a transformar la preocupación en algo más concreto y manejable.
I – INICIA UNA ACCION PEQUEÑA.
La mente rumia, pero el cuerpo resuelve. Elige una acción mínima relacionada con tu preocupación: hacer una llamada, agendar un examen, ordenar un espacio, preparar un presupuesto. No tiene que ser perfecta, solo que te mueva un milímetro hacia adelante. Eso le enseña al cerebro que tú tienes agencia, no solo pensamientos.
N – NUTRE TU SISTEMA.
Sueño, alimentación, movimiento y conexión humana son gasolina para el cerebro. No se trata de una vida “perfecta”, sino de pequeños ajustes: acostarte un poco antes, caminar 10–15 minutos, hablar con alguien de confianza. Cada gesto de autocuidado baja la vulne