16/10/2025
Sigues buscando en tu pareja lo que no conseguiste en tu madre.
Desde el nacimiento, el primer amor de toda persona es su madre.
Ella representa el contacto, la mirada, la aprobación y el permiso para existir.
Cuando ese vínculo fue distante, crítico, impredecible o emocionalmente ausente, la niña interior quedó en una búsqueda inconsciente:
¿Quién me mirará como yo necesitaba que Mamá me mirara?
¿Quién me hará sentir suficiente, digna, vista, elegida?
Al crecer, esa necesidad no desaparece… solo cambia de destinatario: pasa de mamá a la pareja.
Por eso, cada vínculo amoroso se convierte en una nueva oportunidad inconsciente de “reparar” lo que no se recibió en la infancia.