03/11/2025
Un día... Cuando no estés serás lo que hiciste.
🫂🌹💜
Excelente reflexión, gracias por tu mensaje: Brisia Quintana
En estos días, “atreverse” se ha vuelto un acto temerario…peligroso que puede costar la vida.
El as*****to del Presidente Municipal de Uruapan, el Lic. Carlos Alberto Manzo Rodríguez, no es solo una nota roja.
Es el reflejo más crudo de la crisis de gobernabilidad y seguridad que atraviesa nuestro país.
De tal forma que es sumamente importante tener presente que: La seguridad pública es un bien colectivo y cuando falta se manifiesta en toda la ciudadanía, en toda la sociedad.
Es por ello que a la sociedad civil nos corresponde asumir un papel activo: no como espectadores, sino como personas participantes en la reconstrucción del tejido cívico —(en otra publicación les platicaré de por qué esto es distinto al tejido social, pero ambos van de la mano).
La muerte de un alcalde no afecta solamente a un municipio, es un golpe directo al pacto social.
Y será importante que reaccionemos, que exijamos respuestas, que fortalezcamos canales de participación para evitar dejar en indefensión a los liderazgos auténticos, ya que de lo contrario seguirán repitiéndose estas dramáticas y tristes historias.
Hoy muchas personas nos sentimos tristes, impotentes, incrédulas y sobre todo con desesperanza.
Y llego a la siguiente reflexión:
¿Cómo reconstruimos la autoridad y la confianza cuando la violencia alcanza a la ciudadanía y a quienes representan esa autoridad?
¿Qué estamos dispuestos y dispuestas a hacer, como comunidad, como sociedad, para que “ATREVERSE” no sea un riesgo solitario, ¿sino un valor compartido?
De ninguna manera es señalar desde la comodidad, desde el espacio de confort, de privilegio, se trata de entender AUTÉNTICAMENTE, que cuando alguien alza la voz y cae… el silencio de los demás se vuelve cómplice.
Tampoco de señalar ni de acostumbrarnos al miedo, se trata de aceptar que la prevención del delito empieza en la escuela, en la colonia, en la comunidad, en la participación y en la empatía.
Porque la seguridad no empieza cuando ocurre la tragedia; la prevención del delito empieza mucho antes, cuando una comunidad es empática, se organiza, participa, supervisa, exige y construye instituciones y redes ciudadanas que funcionen.
Defendamos nuestra vida, nuestra dignidad desde la raíz, desde nuestro espacio de acción, desde el hogar, haciendo señalamientos a nuestros hijos e hijas, desde el respeto mismo a la persona.
autoridades y ciudadanía haciendo lo que les compete, en un compromiso real, empático para evitar que estos lamentables sucesos sigan dándose.
Y tú ¿qué estás dispuesto/dispuesta a dar, desde tu espacio, desde tu casa, desde tu colonia, desde tu municipio, para que la paz sustentada en el bien común se logre?
-Brisia Quintana-