04/12/2025
Navidad
El mes de diciembre llega envuelto en un halo de luz y nostalgia. La Navidad, con su brillo único, despierta en nosotros una mezcla de emociones que se entrelazan con los recuerdos más profundos de nuestra vida. Hoy terminé de arreglar y decorar el espacio de mi cabaña, colocando con cuidado cada esfera, cada listón y cada pequeño adorno que he guardado con cariño a lo largo de los años. Mientras colgaba estas piezas llenas de historia, sentí cómo la atmósfera se transformaba y un sentimiento de gratitud me abrazaba suavemente.
Para muchos, diciembre es sinónimo de unión, esperanza y renacimiento interior. Sin embargo, también es un mes que puede traer melancolía, porque a veces la ausencia de quienes amamos pesa con una fuerza especial en estas fechas. Hay personas que han dejado huellas imborrables en nuestro corazón, seres que, aunque ya no estén físicamente, continúan acompañándonos a través de la memoria, el amor y los momentos que compartimos. Honrarlos es, en sí mismo, un acto de presencia profunda.
Por eso, este tiempo de Adviento puede convertirse en una oportunidad para vivir con mayor conciencia, gratitud y suavidad. Es un llamado a abrir espacios de silencio, reconocer nuestras emociones y permitirnos sentir tanto la alegría como la nostalgia. Adviento nos invita a encender una luz interior que ilumine nuestros pasos y nos recuerde que siempre hay motivos para agradecer, crecer y renovarnos.
Que este diciembre te encuentre en paz contigo mismo, cobijado por lo que amas y fortalecido por lo que has vivido. Permítete recibir la Navidad con el corazón disponible, con serenidad y con la esperanza de que lo que viene también traerá belleza y propósito.
Que la luz de estas fechas te inspire a compartir bondad, a reconciliarte con tus anhelos profundos y a abrazar con cada nuevo amanecer que llegue.
Recuerda que siempre lo mejor está por llegar.
Con afecto y cariño,
Héctor Salazar