10/08/2025
Las funciones ejecutivas son un conjunto de procesos cognitivos de alto nivel que nos permiten planificar, organizar, regular y supervisar nuestro propio comportamiento y pensamiento para alcanzar metas. Se consideran como el “director de orquesta” del cerebro porque coordinan otras capacidades cognitivas y emocionales.
En neuropsicología, solemos agruparlas en varios componentes clave:
1. Inhibición – Capacidad para frenar impulsos o respuestas automáticas y controlar conductas inapropiadas.
2. Flexibilidad cognitiva – Poder cambiar de estrategia, adaptarse a nuevas reglas o ver un problema desde diferentes perspectivas.
3. Planificación y organización – Anticipar pasos, ordenar ideas y priorizar tareas para lograr un objetivo.
4. Memoria de trabajo – Retener y manipular información temporalmente para resolver un problema o seguir instrucciones.
5. Control emocional – Regular la intensidad y duración de las emociones para responder de forma ajustada.
6. Toma de decisiones – Evaluar opciones, prever consecuencias y elegir la más adecuada.
7. Autocontrol y automonitoreo – Observar el propio desempeño y corregir errores sobre la marcha.
👇👇 hablemos ¿Cómo pueden verse en la vida real si están afectadas?
En la vida diaria, las funciones ejecutivas tienen un impacto directo en:
👉Rendimiento académico: seguir instrucciones, completar tareas, estudiar con método.
👉Trabajo: gestionar tiempo, priorizar, cumplir plazos, adaptarse a cambios.
👉Vida social: regular emociones, respetar turnos de palabra, resolver conflictos.
👉Autonomía: organizar rutinas, tomar decisiones acertadas, manejar imprevistos.
👉Salud mental: dificultades ejecutivas se relacionan con ansiedad, depresión, TDAH, TEA, daño cerebral y envejecimiento.
En nuestro siguiente post abordaremos de su impacto en nuestro ambiente de hiperesrimulación tecnológica en niños y adultos.