15/10/2025
Entrenar para moverte a los 70, no solo para verte bien a los 30.
Con el tiempo entendí que entrenar no es solo moldear un cuerpo, sino construir una vida que puedas seguir habitando.
Muchos entrenan para el espejo, para una versión idealizada de sí mismos que algún día desaparecerá. Y no está mal querer verte bien. Lo que está mal es creer que eso es todo.
Porque los músculos se debilitan. La piel cambia. El metabolismo se vuelve más lento, y lo que antes era un simple esfuerzo, con los años se vuelve una batalla.
Ahí es donde la vanidad ya no alcanza, y solo el propósito te sostiene.
Cuando entrenas pensando en la vejez, el sentido cambia. Dejas de castigarte por no tener el cuerpo “perfecto”, y empiezas a agradecer que tu cuerpo aún se mueve, aún respira, aún te acompaña.
Entrenar deja de ser una competencia con los demás y se convierte en un acto de amor con el futuro.
No entrenas para presumir tu cuerpo, entrenas para seguir cargando a tus hijos, para poder levantarte solo, para caminar sin dolor, para seguir disfrutando de la vida en movimiento.
El verdadero progreso no está en cuánto peso levantas, sino en cuánto tiempo podrás seguir levantándolo.
Entrenar para moverte a los 70 no es renunciar a la estética, es entender que la belleza también está en la permanencia.
En cuidar lo que algún día te permitirá seguir viviendo con dignidad, aunque ya no haya aplausos, ni likes, ni reflejos perfectos.