06/06/2018
LOS AMIGOS QUE NO PERDÍ.
En el derecho, lo subjetivo no cuenta (y no hablo del derecho subjetivo como parte de la doctrina jurídica), lo preponderante es probar lo que uno dice o hace; en el derecho penal la presunción de inocencia es un derecho constitucional y fundamental a la hora de determinar la culpabilidad de un ciudadano y por ende su autoría y/o grado de participación en un ilícito penal…..
Sin embargo las pruebas indiciarias que hablan la ley y la propia doctrina, “cumplen un rol central en la demostración probatoria de los hechos relevantes para la decisión”, sumado a ello el criterio de conciencia……
En nuestro país el sistema está "podrido", y la corrupción desborda, haciendo imposible pensar que detrás de un procedimiento administrativo que adolece de evidentes vicios procesales no exista un documento “fabricado” y más aún cuando ese documento sirva de prueba importante para un derecho supuestamente adquirido, llamado documento “oficial”, frente a muchos documentos oficiales y “no oficiales” que demuestran lo contrario…
(En las interrelaciones humanas por el contrario muchas veces se utiliza hasta el supuesto y/o en algunos casos el chisme “barato” para definir el comportamiento de una persona dentro de la sociedad o su comunidad, lamentablemente abundan los jueces y hasta verdugos que te matan socialmente, y por ende a ti, psicológicamente…….).
Leí a Bayly y me inspiró el título de su libro “Los amigos que perdí”, cuando escribió sus cartas noveladas a sus amigos, quienes se sintieron aludidos por una publicación; pero la realidad casi siempre supera a la ficción y es así como de acuerdo al grado de amistad (que tu sientes tener por alguien) crees conocerlo o de verdad lo conoces, como para defenderlo o presumir algo respecto a este amigo; pero si sabes que existe alguien que es más amigo que tú, definitivamente llevas las de perder. Aun sintiéndote muy amigo, en tu propia esencia de ser humano y muchas veces caes en errores humanos, en nombre de una decepción amical, como publicar algo que no debiste hacerlo - recuerden que todos los seres tenemos distintas personalidades y maneras de ver las cosas (influye la familia, tu entorno, tu escuela, tu centro de trabajo, etc.), dejando de lado el tema estúpido del horóscopo, los astros, etc – la verdad, es que realmente, no eres tú….
A veces me he puesto a pensar, qué es más triste; perder a un familiar (no con la muerte) o perder a un amigo. Sabemos que los buenos amigos jamás se pierden, sobre todo aquellos que realmente saben cómo eres, que te conocen; y gracias a Dios, sé que los verdaderos amigos aún los tengo…
La ambición por las cosas materiales, muchos seres humanos la tienen arraigada; particularmente siempre he luchado por tener con mi esfuerzo lo que he deseado y jamás esperanzarme en bienes que me puedan dejar. Ahora díganme; quien es más ambicioso: Aquel, que tramita un anticipo de legítima (herencia anticipada), con una persona de 72 años, sabiendo que tiene familiares directos y él no lo es?. Aquel servidor municipal (conocer innato de estos temas) que teniendo un fundo agrícola de su familia, se quiera apropiar de terrenos agrícolas que le corresponde por derecho a otro ciudadano, más aún cuando este tiene 82 años de edad. Aquellos servidores públicos (guardianes del orden) que no siendo dueños y no habiendo puesto un sol en la construcción de un inmueble, usurpan el mismo, además de existir hijos herederos. O aquel que se mantuvo siempre al margen y jamás estuvo detrás, para obtener ventajas económicas?... Y las evidencias, indicios, pruebas oficiales y varias no oficiales están a la luz de cualquier juzgador; más aún, frente a aquellos que si conocen de derecho y han tenido en sus manos el caso. Y ello no es nada subjetivo….
Los seres humanos casi siempre podemos tener legado o herencia, puede ser material o inmaterial, en este segundo tipo, podemos heredar: respeto, gratitud, honor, honestidad, transparencia, justicia, verdad, etc.; pero lamentablemente también: odio, envidia, rencor, deshonestidad, resentimientos, ingratitud etc. Lo material se puede acabar fácilmente, pero lo inmaterial siempre lo heredamos, aunque no queramos; y estará con nosotros siempre, incluso puede pasar de generación en generación…
Casma, 06.06.2018
Lalo Ayala Vera.