07/10/2025
Huañambra: la tierra donada para la educación que hoy lucha contra la invasión
En el corazón del distrito de José Gálvez, provincia de Celendín, se encuentra Huañambra, una histórica comunidad que guarda entre sus lomas y quebradas los vestigios de una misión educativa y social impulsada desde tiempos coloniales. Su origen se remonta a finales del siglo XVIII, cuando el reverendo padre José Cabellos, párroco de la Villa Amalia y amigo personal del obispo de Trujillo Jaime Martínez de Compañón, fundó en Celendín la primera Escuela de Primeras Letras, conocida como el “Aula de la Latinidad”.
El padre Cabellos, gran visionario y promotor de la educación, no solo donó su propia vivienda para el funcionamiento de esta escuela, sino también extensos terrenos en Huañambra, los cuales le habían sido asignados en la repartición de solares y fundos tras la fundación de Celendín. Estos terrenos, según testimonios históricos, fueron entregados con el propósito exclusivo de servir a la niñez y la educación pública, asegurando así un espacio permanente para el desarrollo de la enseñanza rural.
Sin embargo, con el paso de los siglos, la memoria de este legado fue desvaneciéndose. Hoy, Huañambra enfrenta una grave problemática: la ocupación ilegal de los terrenos comunales por parte de algunos residentes y terceros que, desconociendo el valor histórico y el fin educativo de estas tierras, intentan apropiarse de ellas mediante títulos informales o simples posesiones.
Esta situación no solo representa una afrenta a la historia y a la voluntad del donante, sino que también contradice el espíritu de servicio público que dio origen a Huañambra. En los últimos años, el Estado peruano ha iniciado campañas en todo el país para recuperar terrenos invadidos de propiedad pública y comunal, especialmente en Lima, Miraflores y otras regiones donde espacios destinados a la educación o áreas verdes han sido usurpados.
La recuperación de Huañambra podría seguir un camino similar. Diversos líderes locales y descendientes de familias históricas celendinas han propuesto que el terreno vuelva a su fin original: la construcción de un Complejo Educativo o Ciudad Universitaria de Huañambra, en beneficio de la juventud rural de Celendín y Cajamarca.
Para lograrlo, se plantea la creación de un Comité Pro Educación Huañambra, encargado de representar a la comunidad ante las autoridades y gestionar ante el Ministerio de Educación y el Gobierno Regional la protección legal del terreno. Este comité podría basar su reclamo en los antecedentes históricos de la donación eclesiástica del padre Cabellos, documentos que podrían encontrarse tanto en los archivos del Obispado de Trujillo como en bibliotecas coloniales de España, donde se conservan los registros de Martínez de Compañón y sus colaboradores.
Huañambra no es solo un lugar en el mapa. Es un símbolo de cómo la educación y la fe sembraron las primeras raíces de desarrollo en los Andes cajamarquinos. Recuperar su uso legítimo no sería un acto de restitución, sino de justicia histórica y moral con una comunidad que nació para educar y servir al pueblo.