20/11/2025
"IMAGINA QUE LEES UN LIBRO ESPECIAL EN EL QUE NO PUEDES VOLVER LA PÁGINA ATRÁS. ¿CON CUÁNTA ATENCIÓN LO LEERÍAS? PUES ESO ES LA VIDA".
La vida es como un libro. Pero uno en el que una vez pasada la página, no puedes volver atrás.
Marcos Vázquez, entrenador estoico: “Imagina que lees un libro especial en el que no puedes volver la página atrás. ¿Con cuánta atención lo leerías? Pues eso es la vida”
La vida es como un libro, nos explica el entrenador Marcos Vázquez. Pero uno en el que, una vez pasada una página, no puedes volver atrás.
18 de noviembre de 2025 · 18:00
Comprender que todo puede llegar a su final nos hace apreciar la vida en su magnitud.
Para Marcos Vázquez no existen las excusas: cuidarnos es una obligación de cada uno de nosotros y podemos hacerlo si adoptamos una actitud estoica. Ingeniero de profesión convertido en entrenador personal, filósofo y gran divulgador, Vázquez se presenta en sus redes como una persona que “cuestiona dogmas sobre salud y fitness para mejorar de verdad tu cuerpo”. Prueba de ello es su nuevo libro, que lanzó el 5 de noviembre: Sabia mente.
Y es que si por algo ha destacado Vázquez es por rescatar las enseñanzas de la filosofía, y especialmente del estoicismo, para enseñarnos a cuidarnos, a vivir mejor. Es la base de su ‘fitness revolucionario’, una forma de entender el deporte desde un prisma completamente nuevo, y al mismo tiempo, con más de 2000 años de historia.
Ahora el experto en fitness y estoicismo nos lanza una interesante propuesta. ¿Y si la vida fuera un libro que solo puedes leer una vez?
La vida es Como un libro
La analogía del libro y la vida es antigua, pero muy popular. Hablamos de “un nuevo capítulo” de nuestras vidas cuando vivimos grandes cambios. Le ponemos “punto final” a historias de amor. Y hasta “pasamos página” cuando hemos superado el desamor.
La vida se parece a los libros, porque los seres humanos tendemos a narrar nuestra propia existencia. Incluso si lo tuyo no es escribir, te narras cada vez que cuentas algo que te ha pasado, cada vez que reflexionas sobre tu vida. Pero a diferencia de los libros, en la vida no podemos volver atrás.
“Imagina que lees un libro especial en el que no puedes volver la página atrás, ¿con cuánta atención leerías ese libro?”, propone Marcos Vázquez en una publicación en sus redes sociales. La comparación nos hace reflexionar. ¿Cuántos capítulos de tu vida te has perdido por prestar atención a lo que no debías?
Primeras veces, últimas veces
Como explica el entrenador estoico, esta idea de no poder volver atrás activa algo peculiar en nuestra mente. Es una especie de resorte poderoso. Porque cuando nos damos cuenta de que no podemos volver atrás, somos conscientes de que todo llega a su final y conviene disfrutar cada instante de la vida. Zenón de Citio, fundador del estoicismo, decía: "No te comportes como si fueras a vivir mil años, compórtate como si el fin estuviera muy cerca".
“Casi siempre sabes cuándo es la primera vez que haces algo. Rara vez sabes que será la última”. Por más que ignoremos cuándo llega esa última vez, lo cierto es que llega. “Desde coger a tu hijo en brazos hasta escalar un árbol”, siempre hay una última vez para todo.
Lo curioso, tal como señala el entrenador, es que “imaginar que será la última vez que haces algo ayuda a valorarlo”. Porque aunque “la mayoría de tus últimas veces están en un futuro lejano”, añade, “otras están más cerca de lo que piensas”. El problema es que no sabes cuáles, ni cuándo.
Memento Mori
El entrenador estoico nos recomienda en su post algo que ya nos aconsejaban hacer Marco Aurelio, Séneca y Epicteto: ‘memento mori’. Recuerda que morirás, recuerda que todo tiene un fin, recuerda que existe una última vez y que, de hecho, no sabes cuando llegará.
“La recomendación es imaginar, con cierta frecuencia, que lo que estás haciendo no se repetirá. Quizá sea la última vez que visitas esta ciudad, que ves a esta persona, que corres esta carrera, que escuchas esta canción, que tu hija te pinta un dibujo. ¿Y si fuera hoy la última vez?”, propone el entrenador.
Este consejo estoico tiene raíces profundas. Y es que más allá de la toma de conciencia, para los antiguos pensadores, pensar en la muerte ayudaba a eliminar lo trivial. Porque si supieras que es la última vez, ¿te enfadarías por el tráfico mientras visitas esa ciudad? ¿Mirarías el teléfono mientras esa persona te habla? ¿Escatimarías en fuerzas mientras corres esa carrera? ¿Permitirías que tu mente se alejara de la música mientras escuchas esa canción? ¿Prestarías atención a algo que no fuera el dibujo de tu hija?
“No actúes como si fueras a vivir diez mil años”, escribió Marco Aurelio en sus Meditaciones. “La muerte te acecha. Mientras vivas, mientras sea posible, sé bueno”.
El entrenador estoico lo sabe bien, y así lo refleja, “el objetivo no es convertir cada experiencia en una despedida anticipada”, concluye, “se trata, simplemente, de ser más consciente de las cosas que tienes. De aprovechar el miedo a la pérdida para experimentar algo extraordinario, incluso en los días más mundanos”.