03/11/2025
El duelo es una experiencia profundamente humana: no intenta retener a quien se fue, sino aprender, con suavidad, a convivir con su ausencia.
Cuando perdemos a alguien que amamos, el dolor nos atraviesa, nos desordena, nos quiebra un poco. Pero con el paso del tiempo, ese mismo dolor comienza a transformarse. No desaparece, se vuelve más sabio, más silencioso… y nos enseña a mirar la vida desde otro lugar.
Porque quien amamos no se va del todo. Permanece en gestos, en recuerdos, en lo que nos dejó aprendido y en la forma en que seguimos amando.
El duelo no se supera. Se abraza, se integra, y poco a poco, se convierte en una manera distinta de amar: una que vive dentro de nosotros, con ternura y con paz. ✨