02/05/2025
*El Hilo Invisible de Mamá*
Había una vez un pequeño conejito llamado Nilo, que vivía en una casita con su mamá. Un día, mamá coneja le explicó que papá viviría en otra madriguera, pero que ambos lo seguirían amando muchísimo.
—¿Y si te vas lejos, cómo sabré que me sigues queriendo? —preguntó Nilo con ojos grandes.
Mamá coneja lo abrazó fuerte y le susurró:
—Porque tú y yo estamos unidos por un hilo invisible. Nadie lo ve, pero siempre está ahí.
—¿Invisible? —dijo Nilo curioso—. ¿Dónde está?
Mamá sonrió y señaló su corazón.
—Aquí empieza. Sale de mi corazón y se conecta con el tuyo. Cuando me pienses, ese hilo se ilumina y me llega un calorcito.
Nilo cerró los ojos y lo intentó. Pensó en mamá cantándole, mamá riendo, mamá haciendo panecillos. Y de repente, sintió un calorcito en su pecho. ¡El hilo estaba ahí!
Desde ese día, cada vez que extrañaba a mamá, Nilo se llevaba la patita al corazón, sonreía y decía:
—¡Nuestro hilo sigue fuerte!
Y mamá, desde donde estuviera, también se tocaba el pecho... y lo sentía brillar.