10/07/2025
A veces, un "NO" es el catalizador más potente para el progreso. El reciente informe de RENETSA sobre Lenvatinib para cáncer de tiroides iodo-refractario nos obliga a una pausa reflexiva. Y como médico nuclear, veo un mensaje claro: antes de buscar la bala de plata, debemos perfeccionar el arte de apuntar.
El cáncer de tiroides diferenciado que se vuelve refractario al yodo radiactivo nos sitúa en una de las fronteras más complejas de nuestra especialidad. Es el momento en que nuestra principal herramienta terapéutica, el I-131, pierde eficacia, y la angustia del paciente y del clínico busca nuevos horizontes.
El informe de evaluación de Lenvatinib, que concluye con una recomendación en contra por ahora , citando incertidumbre en la sobrevida global y un aumento de eventos adversos serios, no debe ser visto como una puerta cerrada. Al contrario: es una llamada de atención sobre la importancia crítica del diagnóstico preciso.
Aquí es donde la Medicina Nuclear, lejos de dar un paso al costado, asume el protagonismo.
Este escenario nos recuerda el fascinante fenómeno biológico del "flip-flop": a medida que las células tumorales pierden su capacidad de captar yodo (se "desdiferencian"), a menudo incrementan su metabolismo de la glucosa. Se apaga un interruptor, pero se enciende otro.
Y nuestra herramienta para ver ese interruptor encendido es el PET/CT con FDG.
Antes de que un paciente pueda ser considerado para cualquier terapia de segunda o tercera línea, el PET/CT con FDG no es un lujo, es una necesidad. Es el estudio que confirma la progresión de la enfermedad y, sobre todo, que nos dice que el tumor está metabólicamente activo y, por tanto, es agresivo. Nos da la verdad biológica que una tomografía o una resonancia no pueden mostrar.
Aquí yace el verdadero arte de "saber soltar".
No se trata de que como médicos nucleares "perdamos" un paciente. Se trata de usar nuestra más alta tecnología de imagen molecular para decirle al oncólogo: "El camino del yodo radiactivo ha terminado. Ahora, con esta evidencia biológica en mano, es el momento de que tomes el relevo con otras estrategias sistémicas".
Lejos de alejarnos, el PET/CT nos convierte en la brújula indispensable para la siguiente etapa del viaje del paciente.
Este informe de RENETSA no frena la esperanza; la redirige. Nos exige ser más rigurosos, más multidisciplinarios. Nos empuja a consolidar el PET/CT con FDG como el estándar de oro para definir la refractariedad y guiar las decisiones que realmente impactan en la vida. La innovación no está solo en la nueva molécula, sino en saber con absoluta certeza a quién, cómo y cuándo administrarla.
Abro la conversación a mis colegas oncólogos, endocrinólogos y gestores de salud. ¿Estamos utilizando todo el poder de la imagen molecular para guiar estas decisiones cruciales? La respuesta a esa pregunta definirá el verdadero avance.
Este informe de evaluación de tecnología sanitaria con evaluación multicriterio (ETS–EMC) se realizó a solicitud del Comité Farmacoterapéutico (CFT) del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins (HNERM).