11/06/2025
El árbol que nunca se seca
A veces sentimos que todo a nuestro alrededor se marchita: las fuerzas, los ánimos, los planes, incluso las personas. Pero hay una voz que permanece firme, que nos susurra con ternura:
“Yo soy el que contesta tus oraciones y te cuida. Soy como un árbol que siempre está verde; todo tu fruto proviene de mí.” Oseas 14, 8
En un mundo que cambia, se rompe y se desgasta, Dios permanece firme, verde, lleno de vida. Él no solo escucha: responde. No solo está cerca: cuida. Y no solo observa: produce fruto en ti.
Si sientes que no tienes fuerzas para seguir, no te esfuerces por producir lo que solo Dios puede dar. Acércate. Descansa a su sombra. Deja que la raíz de tu alma beba de la Fuente de vida.
El fruto no es el resultado de luchar más, sino de confiar más.
Tu vida florecerá no por lo que hagas tú, sino por lo que Él es en ti.