21/02/2024
Extracción de leche en el trabajo: historias de mamás
Todas estas madres han tenido experiencias diferentes a la hora de extraer leche en el trabajo, pero encontraron el modo de integrar esta práctica en sus rutinas diarias.
«Siempre llevaba conmigo una nevera portátil»
«Le comenté a mi supervisor directo el tema de la extracción tres meses antes de volver al trabajo. Hizo que me pusieran una cortinilla en la puerta de mi oficina para disponer de una mayor privacidad.
Extraía la leche de forma manual en un biberón para leche materna y la guardaba en una nevera portátil etiquetada en el frigorífico de la cocina. Cuando estaba fuera del edificio, buscaba algún lugar privado. Siempre llevaba conmigo un biberón y una nevera portátil.
Si no podría extraer suficiente leche durante el horario de trabajo, completaba las extracciones cuando llegaba a casa. De ese modo, mi hijo siempre tenía leche suficiente para el día siguiente en la guardería». Lily, dos hijos, Reino Unido.
«Mi empresa me apoyó mucho»
«Extraer leche en el trabajo no me resultó difícil, ya que la empresa me ofreció un lugar adecuado y me apoyó en todo momento. Me dieron todo el tiempo que necesitaba.
»En relación con la logística, tener todo el equipo limpio cada día requería planificación, y siempre tenía que llevar conmigo el extractor de leche. Actualmente, mi empresa tiene su propio extractor de leche multiusuario en la sala de guardería y ofrece un kit de extracción gratis a cada nueva madre, así que ya no hace falta llevar nada al trabajo.
»Prepárate. Tómatelo con humor, si es posible, e intenta relajarte y disfrutar del momento». Aleyda, un hijo, Países Bajos.
[H3] «Fue difícil encontrar un espacio para realizar las extracciones»
«Tuve que superar algunas trabas a la hora de extraer leche en el trabajo, como las deficiencias del espacio disponible y la incomodidad que suponía comunicarme con el personal de RR. HH. o los supervisores (hombres), que no siempre comprendían mis necesidades.
»Con mi primer bebé, estaba trabajando para una gran empresa que preparó una habitación para que pudiese realizar las extracciones. Pero me resultaba difícil realizar pausas y extraer suficiente leche para satisfacer las necesidades de mi bebé. Quería seguir utilizando mi ordenador portátil durante la extracción para que no se me acumulase el trabajo, pero la habitación no contaba con una mesa adecuada. Solo duré dos semanas antes de empezar a complementar su alimentación con leche de fórmula.
»Con mi segundo bebé, me convencí de que tenía que aguantar. Mi lugar de trabajo era mucho más pequeño, un recinto deportivo, por lo que fue difícil encontrar un espacio adecuado. Al principio, me ofrecieron la sala de primeros auxilios, pero era un sitio muy frío y cualquiera podía entrar. Finalmente, encontraron un lugar mejor, pero a veces la llave se perdía.