¿CÓMO COMENCÉ A HACER TORTAS?
Todo comenzó hace 13 años, yo era una ama de casa como cualquier otra, me gustaba atender a mis 2 hijas (de 7 y 9 años), llevarlas al colegio, salir a pasear con ellas y a la vez hacer tortas para compartir en familia. A ellas les encantaba que yo haga queques, ya que eran ricos, suavecitos y disfrutaban mucho comerlos. Un día mis hijas me insistieron que fuera a su colegio a vender mis queques a la hora de entrada, y eso fue lo que hice, al principio me dio miedo de no vender nada, pero poco a poco los padres vinieron a comprar; les gustaba tanto mis queques que empezaron a recomendarme con sus amigos, amigos de sus amigos, etc. y fue así como me hice conocida en la zona. Toda la gente me conocía como la señora “Quequitos” y cuando pasaba por sus casas siempre me hacían quedar uno o dos queques enteros, ya sea para la lonchera de su niño o para compartir en familia.
Después de un tiempo decidí ir a los mercados a vender mis postres y queques, la gente siempre me compraba; es por eso que empecé a ir mas seguido, hasta que un día una señora me ofreció alquilarme un puesto a un precio muy cómodo para que yo pueda iniciar mi negocio, ya que siempre me veía con las ganas de querer emprender, yo acepte gustosamente y fue desde ese día donde todo comenzó, empecé a vender postres, tortas, y luego lo complemente con bebidas; el negocio iba tan bien, que me compre mi propio puesto y empece a crecer, lo tenia casi todo, pero me faltaba algo, “aprender más sobre tortas”, fue así que decidí meterme a estudiar repostería para obtener más conocimiento; fue una buena experiencia porque logré terminar los estudios y convertirme en una profesora especializada. Mi primer trabajo como profesora fue en el CETPRO “Rosa Virginia Pelletier”, ahí enseñaba por las tarde y trabajaba en el mercado por las mañanas. Todo iba bien, pero decidí independizarme y convertirme en una profesora particular, así que busque un local, lo alquile y comencé a repartir volantes para que la gente llegara, no fue fácil, pero lo logre; empezaron a llegar alumnas de poco a poco, querían que le enseñe a hacer tortas, postres, merengue, bocaditos, etc. y pues así fue.
Actualmente sigo siendo profesora y mi negocio va bien, voy a capacitaciones seguir aprendiendo sobre el arte de hacer tortas, tengo muy buenas alumnas, tengo mi propio local y mis dos hijas ya están grandes y en buenas universidades, todo gracias a la decisión que tuve de emprender.